Cuán diminuto
es el mundo en el que habito
si sus límites
tan solo son
los que alcanzo con la mirada.
Debería mirar más allá
de lo que me muestra
la imagen que observo
ser valiente
y avanzar hacia lo que permanece oculto
hacia lo que no se ve
y me espera.
Caminar por sendas vírgenes
o por aquellas que otros caminantes
ya caminaron
sentarme bajo la solitaria sombra
que regalan los árboles
en primavera
escuchar los silencios
que la palabra acompaña
cuando ya ha sido pronunciada
acompasar los latidos de mi corazón
con la sístole y diástole
de aquellos que solos laten.
Nada postergaré al mañana
pues aún no lo he alcanzado
no se puede alcanzar lo inalcanzable
pues el tiempo nos lleva ventaja
alcancé miles de ayeres
en esta vida que ahora vivo
y otros tantos miles de presentes
empero
jamás alcancé un mañana.
Ayer ya pasó
hoy es el presente
y el presente es ahora
mañana
siempre será mañana.
Jose Manuel Contreras
es el mundo en el que habito
si sus límites
tan solo son
los que alcanzo con la mirada.
Debería mirar más allá
de lo que me muestra
la imagen que observo
ser valiente
y avanzar hacia lo que permanece oculto
hacia lo que no se ve
y me espera.
Caminar por sendas vírgenes
o por aquellas que otros caminantes
ya caminaron
sentarme bajo la solitaria sombra
que regalan los árboles
en primavera
escuchar los silencios
que la palabra acompaña
cuando ya ha sido pronunciada
acompasar los latidos de mi corazón
con la sístole y diástole
de aquellos que solos laten.
Nada postergaré al mañana
pues aún no lo he alcanzado
no se puede alcanzar lo inalcanzable
pues el tiempo nos lleva ventaja
alcancé miles de ayeres
en esta vida que ahora vivo
y otros tantos miles de presentes
empero
jamás alcancé un mañana.
Ayer ya pasó
hoy es el presente
y el presente es ahora
mañana
siempre será mañana.
Jose Manuel Contreras