Bate el viento
las ramas del viejo sauce
ya el otoño desnudó su cuerpo
otro tiempo henchido de vida.
No hay lágrimas en su llanto
sus hojas no cubren ya de sombra
la orilla del arroyo de nieve
que baña los campos en primavera.
Los verdes son otros verdes
las luces son otras luces
las sombras otras sombras son
llegó el otoño
parece ralentizarse el tiempo.
Ocres, amarillos y dorados
se funden en extraño arcoíris
con marrones, azules y verdes
sigue palpitando el corazón del bosque
la Naturaleza no descansa
tan solo observa
y silente de palabra
nos habla con el claro lenguaje
con el que nos despierta a la vida.
Silba el viento
mis sentidos escuchan
el eco del lejano sonido
que entona el hayedo
latidos
en
clave
de
Sol.
Jose Manuel Contreras
las ramas del viejo sauce
ya el otoño desnudó su cuerpo
otro tiempo henchido de vida.
No hay lágrimas en su llanto
sus hojas no cubren ya de sombra
la orilla del arroyo de nieve
que baña los campos en primavera.
Los verdes son otros verdes
las luces son otras luces
las sombras otras sombras son
llegó el otoño
parece ralentizarse el tiempo.
Ocres, amarillos y dorados
se funden en extraño arcoíris
con marrones, azules y verdes
sigue palpitando el corazón del bosque
la Naturaleza no descansa
tan solo observa
y silente de palabra
nos habla con el claro lenguaje
con el que nos despierta a la vida.
Silba el viento
mis sentidos escuchan
el eco del lejano sonido
que entona el hayedo
latidos
en
clave
de
Sol.
Jose Manuel Contreras