Quiero jugar al escondite contigo
y guardar un último verso
en el envés de aquel vestido
con el que te vi en mi sueño
paseando de la mano siendo niños.
Aun habiendo pasado tanto tiempo
sigo recordando sus azules y amarillos
y tus ojos y tu cara y tu pelo al viento
las manzanas de caramelo y los barquillos
que juntos tomábamos en silencio.
Yo con mi blanca camisa de lino
planchada mangas, pechera y cuello
tan hombrecito paseando contigo
con mis pantalones gris marengo
y una corbata de hilo fino.
Las calles se abrían bajo el cielo
a los compases de música de organillo
caminabas sin apenas tocar el suelo
y yo orgulloso paseando contigo
gritándole a la noche ‘toito’ lo que te quiero.
Jose Manuel Contreras
y guardar un último verso
en el envés de aquel vestido
con el que te vi en mi sueño
paseando de la mano siendo niños.
Aun habiendo pasado tanto tiempo
sigo recordando sus azules y amarillos
y tus ojos y tu cara y tu pelo al viento
las manzanas de caramelo y los barquillos
que juntos tomábamos en silencio.
Yo con mi blanca camisa de lino
planchada mangas, pechera y cuello
tan hombrecito paseando contigo
con mis pantalones gris marengo
y una corbata de hilo fino.
Las calles se abrían bajo el cielo
a los compases de música de organillo
caminabas sin apenas tocar el suelo
y yo orgulloso paseando contigo
gritándole a la noche ‘toito’ lo que te quiero.
Jose Manuel Contreras