Gracias siempre, querida Lucy, por eco que de mis palabras haces.
Gracias a todas y todos aquellos que las leen y, por lo tanto, las hacen suyas.
Gracias, siempre, a la vida, con su cara y su cruz, por regalarme cada mañana un nuevo día para compartir.
Besos y abrazos a repartir
Gracias a todas y todos aquellos que las leen y, por lo tanto, las hacen suyas.
Gracias, siempre, a la vida, con su cara y su cruz, por regalarme cada mañana un nuevo día para compartir.
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