Quiero escribir unos versos
abro mi cuaderno de poesías
que celoso guardo en el cajón de mi escritorio
y desprendo de su lomo
con la suavidad precisa
el bolígrafo que en él duerme prendido.
Aparto lentamente sus páginas
buscando hallar la primera en blanco
que paciente espera
después de escribir el penúltimo poema.
Una vez todo dispuesto
y sentado en la soledad de mi habitación
escribo:
“Quiero escribir un poema”
de pronto mi mente se queda en blanco
me asaltan anárquicas confusas imágenes
otoños y primaveras
paisajes nevados con pequeñas huellas
que quiebran su pureza
playas desiertas con suaves olas
que acarician su blanca arena
atardeceres que se despiden
pues esperan un nuevo amanecer.
Todo es confuso en mi mente
y no acierto a escribir unos versos
me detengo un instante y pienso
cerraré por hoy este cuaderno
y devolveré este bolígrafo a su lomo
y decido
hoy no llegarán mis musas
será mejor probar el próximo domingo.
José Manuel Contreras
abro mi cuaderno de poesías
que celoso guardo en el cajón de mi escritorio
y desprendo de su lomo
con la suavidad precisa
el bolígrafo que en él duerme prendido.
Aparto lentamente sus páginas
buscando hallar la primera en blanco
que paciente espera
después de escribir el penúltimo poema.
Una vez todo dispuesto
y sentado en la soledad de mi habitación
escribo:
“Quiero escribir un poema”
de pronto mi mente se queda en blanco
me asaltan anárquicas confusas imágenes
otoños y primaveras
paisajes nevados con pequeñas huellas
que quiebran su pureza
playas desiertas con suaves olas
que acarician su blanca arena
atardeceres que se despiden
pues esperan un nuevo amanecer.
Todo es confuso en mi mente
y no acierto a escribir unos versos
me detengo un instante y pienso
cerraré por hoy este cuaderno
y devolveré este bolígrafo a su lomo
y decido
hoy no llegarán mis musas
será mejor probar el próximo domingo.
José Manuel Contreras