Saltar
saltar estirando los brazos
hasta alcanzar los sueños
con la punta de los dedos
antes de que los desvanezca el tiempo
sentir
cómo mis pies abandonan
la solidez de esta tierra Madre
dejando flotar libre
por la eternidad que se contiene en un instante
todo aquello que me ata
y todo aquello que me impide volar.
Saltar para que el viento
alborote mi cabello
una vez más como antaño lo hacía
cual inocentes juegos infantiles
entre él y yo
entre yo y él
sin otro testigo que le silencio.
Sensaciones insignificantes
a los ojos de aquel niño
emociones desbordadas
a los ojos del ahora hombre
que no se ha olvidado de saltar
que no se ha olvidado de sentir
que no se ha olvidado de volar
que no se ha olvidado de jugar
con el viento
cuando de nuevo viene a visitarme
para arremolinar mi cabello
José Manuel Contreras
saltar estirando los brazos
hasta alcanzar los sueños
con la punta de los dedos
antes de que los desvanezca el tiempo
sentir
cómo mis pies abandonan
la solidez de esta tierra Madre
dejando flotar libre
por la eternidad que se contiene en un instante
todo aquello que me ata
y todo aquello que me impide volar.
Saltar para que el viento
alborote mi cabello
una vez más como antaño lo hacía
cual inocentes juegos infantiles
entre él y yo
entre yo y él
sin otro testigo que le silencio.
Sensaciones insignificantes
a los ojos de aquel niño
emociones desbordadas
a los ojos del ahora hombre
que no se ha olvidado de saltar
que no se ha olvidado de sentir
que no se ha olvidado de volar
que no se ha olvidado de jugar
con el viento
cuando de nuevo viene a visitarme
para arremolinar mi cabello
José Manuel Contreras