Entorno mis ojos
dejando que la música
invada cada poro de mi piel
respiro cada nota
cada acorde
oxígeno puro y melódico
que hace palpitar mis sentimientos
más allá de la sístole y diástole
que permiten caminar a mi corazón.
Fragancias de mágicas melodías
que me evocan primaveras
recordándome
que siempre tras la tempestad
llega la calma
grises nubes
bajo nubes blancas
que aguardan pacientes el momento
de prenderse de ese luminoso azul
que guarda mis otoños
hasta su regreso.
Siento cómo el aire entra en mí
y silencioso abandona mi cuerpo
una vez tras otra
sin prisas
sin pausas
atendiendo tan solo el ritmo marcado
no existe el tiempo
pues todo parece haberse detenido
a escuchar
a escuchar
a escuchar.
José Manuel, Contreras
dejando que la música
invada cada poro de mi piel
respiro cada nota
cada acorde
oxígeno puro y melódico
que hace palpitar mis sentimientos
más allá de la sístole y diástole
que permiten caminar a mi corazón.
Fragancias de mágicas melodías
que me evocan primaveras
recordándome
que siempre tras la tempestad
llega la calma
grises nubes
bajo nubes blancas
que aguardan pacientes el momento
de prenderse de ese luminoso azul
que guarda mis otoños
hasta su regreso.
Siento cómo el aire entra en mí
y silencioso abandona mi cuerpo
una vez tras otra
sin prisas
sin pausas
atendiendo tan solo el ritmo marcado
no existe el tiempo
pues todo parece haberse detenido
a escuchar
a escuchar
a escuchar.
José Manuel, Contreras