Siempre me ha gustado
el titilar de las estrellas
que en las noches de Luna Nueva
se asoman a esa cúpula celeste
que pintada de negro azabache
cubre de silencio caminos y fronteras.
Un mismo cielo para un mismo mundo
hacia el que todos miramos
para preguntarnos por lo que seremos
somos o hemos sido
un mismo cielo al que mirar
millones de ojos de millones de almas
con millones de sueños
con millones de esperanzas.
Deja que las estrellas te cuenten
lo que cada noche observan
deja que te hablen de amores y desengaños
y de despedidas sin adioses
y de risas infantiles
y de besos entre adolescentes
robados a la inocencia compartida.
Deja que las estrellas te susurren
la música del viento
que acaricia otoños y primaveras
hasta el regreso de inviernos y veranos
que vuelven cuando la luna crece
cuando la luna mengua
cuando la luna parte a otras latitudes.
Siempre me ha gustado mirar el firmamento
y contar estrellas
seguir su estela
las noches que dicen que llora el cielo
y pedir mi deseo
que perseguiré sin desfallecer hasta alcanzarlo
nada hay tan fugaz y tan intenso
como los instantes de felicidad
que atesora una vida
que vuela con el alma libre.
José Manuel Contreras
el titilar de las estrellas
que en las noches de Luna Nueva
se asoman a esa cúpula celeste
que pintada de negro azabache
cubre de silencio caminos y fronteras.
Un mismo cielo para un mismo mundo
hacia el que todos miramos
para preguntarnos por lo que seremos
somos o hemos sido
un mismo cielo al que mirar
millones de ojos de millones de almas
con millones de sueños
con millones de esperanzas.
Deja que las estrellas te cuenten
lo que cada noche observan
deja que te hablen de amores y desengaños
y de despedidas sin adioses
y de risas infantiles
y de besos entre adolescentes
robados a la inocencia compartida.
Deja que las estrellas te susurren
la música del viento
que acaricia otoños y primaveras
hasta el regreso de inviernos y veranos
que vuelven cuando la luna crece
cuando la luna mengua
cuando la luna parte a otras latitudes.
Siempre me ha gustado mirar el firmamento
y contar estrellas
seguir su estela
las noches que dicen que llora el cielo
y pedir mi deseo
que perseguiré sin desfallecer hasta alcanzarlo
nada hay tan fugaz y tan intenso
como los instantes de felicidad
que atesora una vida
que vuela con el alma libre.
José Manuel Contreras