Por más que busco y rebusco
en el desván de mis recuerdos
no logro encontrar aquel instante
aquellos momentos compartidos
en los que yo formaba parte de ti
y nuestros corazones se acompañaban
en la soledad y en el silencio alborotado
y maravilloso que la vida nos regala.
Mi memoria intenta una vez tras otra
alcanzar aquel lugar mágico
en el que tú lo eras todo
y yo solo respondía comiendo y creciendo
creciendo y comiendo ignorante de un futuro
que pronto me arrancaría de ti
en el transcurrir del tiempo.
Sin embargo cuando las sombras regresan
a teñir mi presente y mi futuro de una oscuridad
que no comprendo detengo mi caminar
procurando el mayor de los silencios
y es en ese instante y solo en ese
cuando escucho el latido de mi corazón
y es en ese instante y solo en ese
cuando le oigo acompasado al tuyo
que nunca dejó de latir a mi lado.
Me he convertido en un hombre
y formé parte de una mujer
antes de conocer este mundo
compartiendo con ella la incondicionalidad
que solo el verdadero amor
es capaz de mostrar
por ella soy quien soy
y a ella agradezco ser lo que veis.
Me enseñaste cómo se ama
me enseñaste a respetar y comprender
a soñar y a perseguir
a buscar y a encontrar
me enseñaste a respirar
y la sensibilidad que la fortaleza otorga
me enseñaste tanto de la vida
que no sé si podré dejar el legado
que con tanto amor me entregaste.
Me enseñaste a vivir con tu vida
me enseñaste a morir con tu muerte.
Te amo, mujer
te amo, mamá.
José Manuel Contreras
en el desván de mis recuerdos
no logro encontrar aquel instante
aquellos momentos compartidos
en los que yo formaba parte de ti
y nuestros corazones se acompañaban
en la soledad y en el silencio alborotado
y maravilloso que la vida nos regala.
Mi memoria intenta una vez tras otra
alcanzar aquel lugar mágico
en el que tú lo eras todo
y yo solo respondía comiendo y creciendo
creciendo y comiendo ignorante de un futuro
que pronto me arrancaría de ti
en el transcurrir del tiempo.
Sin embargo cuando las sombras regresan
a teñir mi presente y mi futuro de una oscuridad
que no comprendo detengo mi caminar
procurando el mayor de los silencios
y es en ese instante y solo en ese
cuando escucho el latido de mi corazón
y es en ese instante y solo en ese
cuando le oigo acompasado al tuyo
que nunca dejó de latir a mi lado.
Me he convertido en un hombre
y formé parte de una mujer
antes de conocer este mundo
compartiendo con ella la incondicionalidad
que solo el verdadero amor
es capaz de mostrar
por ella soy quien soy
y a ella agradezco ser lo que veis.
Me enseñaste cómo se ama
me enseñaste a respetar y comprender
a soñar y a perseguir
a buscar y a encontrar
me enseñaste a respirar
y la sensibilidad que la fortaleza otorga
me enseñaste tanto de la vida
que no sé si podré dejar el legado
que con tanto amor me entregaste.
Me enseñaste a vivir con tu vida
me enseñaste a morir con tu muerte.
Te amo, mujer
te amo, mamá.
José Manuel Contreras