Torbellinos de sensaciones
pugnan por salir de su confinamiento
contradictorios sentimientos
desequilibran la sensible balanza
y siempre hacia el mismo lado
precipitándose hacia un desconocido vacío.
Debería ser más sencillo
debería saber equilibrar mi Universo
para alcanzar las estrellas
con las que sueño cada noche
mientras continúa caminando la vida.
Sin embargo la tristeza y el miedo
se han acomodado en ese rincón
del corazón que late con mayor intensidad;
tristeza por los familiares y amigos
de los que han partido en esa soledad impuesta
en la que los abrazos y los besos han sido desterrados,
miedo por ese incierto futuro
en el que nada volverá a ser como antes era
y la desconfianza se acomodará a nuestro lado
sin tener en cuenta la distancia de seguridad impuesta.
No pienso ni por un solo instante
permitir que las sombras
de la incertidumbre y la duda
se adueñen de este corazón
que sigue latiendo
en esta primavera
preñada de colores y nuevos sonidos
de cielos jalonados de azules y grises y blancos
y anaranjados amaneceres que saludan el día.
No pienso ni por un solo instante
darme por vencido
ni bajar mis brazos, ni silenciar mi voz
abriré de par en par
el desván de mi memoria
llevando la luz a cada uno de sus rincones
donde encontraré las veces que caí
sintiéndome derrotado y hundido
y las que conseguí levantarme
una vez tras otra
sintiéndome dueño de mi presente y mi futuro.
Sé que al final habré cambiado
como siempre lo he hecho
cuando la vida decide salir a mi encuentro.
José Manuel Contreras
pugnan por salir de su confinamiento
contradictorios sentimientos
desequilibran la sensible balanza
y siempre hacia el mismo lado
precipitándose hacia un desconocido vacío.
Debería ser más sencillo
debería saber equilibrar mi Universo
para alcanzar las estrellas
con las que sueño cada noche
mientras continúa caminando la vida.
Sin embargo la tristeza y el miedo
se han acomodado en ese rincón
del corazón que late con mayor intensidad;
tristeza por los familiares y amigos
de los que han partido en esa soledad impuesta
en la que los abrazos y los besos han sido desterrados,
miedo por ese incierto futuro
en el que nada volverá a ser como antes era
y la desconfianza se acomodará a nuestro lado
sin tener en cuenta la distancia de seguridad impuesta.
No pienso ni por un solo instante
permitir que las sombras
de la incertidumbre y la duda
se adueñen de este corazón
que sigue latiendo
en esta primavera
preñada de colores y nuevos sonidos
de cielos jalonados de azules y grises y blancos
y anaranjados amaneceres que saludan el día.
No pienso ni por un solo instante
darme por vencido
ni bajar mis brazos, ni silenciar mi voz
abriré de par en par
el desván de mi memoria
llevando la luz a cada uno de sus rincones
donde encontraré las veces que caí
sintiéndome derrotado y hundido
y las que conseguí levantarme
una vez tras otra
sintiéndome dueño de mi presente y mi futuro.
Sé que al final habré cambiado
como siempre lo he hecho
cuando la vida decide salir a mi encuentro.
José Manuel Contreras