Incluso bajo el azul del cielo más azul,
más luminoso y más intenso
las nubes grises que anuncian “adioses”
deciden aparecer por este horizonte cercano.
No las vemos llegar
pues nada ni nadie anuncia
su pronta llegada
cuando los horizontes de miles de familias
de miles de mujeres y hombres
tornan su color…
quedándose sin aquellos a los que aman
porque Ella decidió llevárselos
antes de que cumplieran sus sueños.
Y ahora te quedas solo
con ese vacío que se ha hecho hueco
en un rinconcito de tu corazón
donde quedará guardado su recuerdo
junto a los tuyos
aquellos que compartisteis
o que os quedaban por compartir.
Muchas veces
quizá la mayoría de las veces
cuando La Muerte llega
se nos antoja “inoportuna”,
nadie la ha llamado
nadie la ha convocado
a la fiesta de la vida.
Sí, ya sé
sé que La Muerte forma parte de ella
y no necesita invitación alguna;
sé que no queda otro remedio que aceptarla
pero podría ser menos “inoportuna”
podría presentarse más “humana”
podría permitirme que me despidiera
de aquellos que caminaron por caminos
que se cruzaron con el mío
haciéndome la persona que ahora soy.
Quiero que estos versos
que ahora escribo
sirvan de homenaje sincero
para todas y todos los que partieron
sin que nadie lo esperase,
para todas y todos los que partieron
aun esperándolo
y entre palabra y silencio
y entre silencio y palabra
abrazar ahora su recuerdo.
José Manuel Contreras
más luminoso y más intenso
las nubes grises que anuncian “adioses”
deciden aparecer por este horizonte cercano.
No las vemos llegar
pues nada ni nadie anuncia
su pronta llegada
cuando los horizontes de miles de familias
de miles de mujeres y hombres
tornan su color…
quedándose sin aquellos a los que aman
porque Ella decidió llevárselos
antes de que cumplieran sus sueños.
Y ahora te quedas solo
con ese vacío que se ha hecho hueco
en un rinconcito de tu corazón
donde quedará guardado su recuerdo
junto a los tuyos
aquellos que compartisteis
o que os quedaban por compartir.
Muchas veces
quizá la mayoría de las veces
cuando La Muerte llega
se nos antoja “inoportuna”,
nadie la ha llamado
nadie la ha convocado
a la fiesta de la vida.
Sí, ya sé
sé que La Muerte forma parte de ella
y no necesita invitación alguna;
sé que no queda otro remedio que aceptarla
pero podría ser menos “inoportuna”
podría presentarse más “humana”
podría permitirme que me despidiera
de aquellos que caminaron por caminos
que se cruzaron con el mío
haciéndome la persona que ahora soy.
Quiero que estos versos
que ahora escribo
sirvan de homenaje sincero
para todas y todos los que partieron
sin que nadie lo esperase,
para todas y todos los que partieron
aun esperándolo
y entre palabra y silencio
y entre silencio y palabra
abrazar ahora su recuerdo.
José Manuel Contreras