Quién te otorgó la capacidad
de poder decidir, y decides sin más
sobre el pasado, presente y futuro
de las mujeres?
¿Quién determinó que fueras tú varón,
el que debía convertirse en ese Ser superior
que oculte y margine los logros de las mujeres
por el simple hecho de serlo?
Creo que te lo arrogaste tu solo
cuando descubriste entre tus piernas
un atributo colgante al que llamaste pene
y viste en las mujeres algo diferente
a lo que bautizaste como vulva.
¡Cuánta ignorancia!
¡Cuánta indecencia!
¡Cuánta hipocresía!
¡Cuánta mentira!
Año tras año y siglo tras siglo
has ensombrecido su imagen
falseando realidades con total conocimiento.
Siglo tras siglo y año tras año
eres responsable, por acción u omisión,
de los maltratos por ellas sufridos
y de los asesinatos consumados.
¿Hasta cuándo?
Nadie es dueño de otra persona
sea mujer u hombre;
nadie decide por otra persona
sea hombre o mujer.
Ellas deciden, ellas deben decidir,
ellas tienen que decidir,
al igual que lo has hecho tú siempre
por el simple hecho de ser hombre.
¡Ya basta!
Quiero que mis versos lleguen
hasta esos hombres que entienden,
esos hombres que saben,
esos hombres que luchan también
por la igualdad entre ellas y nosotros;
esos hombres que sienten vergüenza
porque nuestros semejantes de género
sigan actuando como energúmenos,
analfabetos y faltos de argumentos;
esos hombres que quieren caminar
junto a las mujeres reivindicando
esos justos derechos que nunca
les debieron ser indecentemente robados.
Para todas ellas mi respeto y admiración,
para todas ellas mi empatía y reconocimiento,
para todas ellas mi hermanamiento y sororidad,
para todas ellas mi petición de perdón
por lo que hubiera hecho o dejado de hacer,
para todas ellas tengo tendida mi mano
y mi compromiso de no silenciar mi voz
por un feminismo que es necesario seguir reclamando
José Manuel Contreras
de poder decidir, y decides sin más
sobre el pasado, presente y futuro
de las mujeres?
¿Quién determinó que fueras tú varón,
el que debía convertirse en ese Ser superior
que oculte y margine los logros de las mujeres
por el simple hecho de serlo?
Creo que te lo arrogaste tu solo
cuando descubriste entre tus piernas
un atributo colgante al que llamaste pene
y viste en las mujeres algo diferente
a lo que bautizaste como vulva.
¡Cuánta ignorancia!
¡Cuánta indecencia!
¡Cuánta hipocresía!
¡Cuánta mentira!
Año tras año y siglo tras siglo
has ensombrecido su imagen
falseando realidades con total conocimiento.
Siglo tras siglo y año tras año
eres responsable, por acción u omisión,
de los maltratos por ellas sufridos
y de los asesinatos consumados.
¿Hasta cuándo?
Nadie es dueño de otra persona
sea mujer u hombre;
nadie decide por otra persona
sea hombre o mujer.
Ellas deciden, ellas deben decidir,
ellas tienen que decidir,
al igual que lo has hecho tú siempre
por el simple hecho de ser hombre.
¡Ya basta!
Quiero que mis versos lleguen
hasta esos hombres que entienden,
esos hombres que saben,
esos hombres que luchan también
por la igualdad entre ellas y nosotros;
esos hombres que sienten vergüenza
porque nuestros semejantes de género
sigan actuando como energúmenos,
analfabetos y faltos de argumentos;
esos hombres que quieren caminar
junto a las mujeres reivindicando
esos justos derechos que nunca
les debieron ser indecentemente robados.
Para todas ellas mi respeto y admiración,
para todas ellas mi empatía y reconocimiento,
para todas ellas mi hermanamiento y sororidad,
para todas ellas mi petición de perdón
por lo que hubiera hecho o dejado de hacer,
para todas ellas tengo tendida mi mano
y mi compromiso de no silenciar mi voz
por un feminismo que es necesario seguir reclamando
José Manuel Contreras