Cómo no echar de menos
el calor de tus abrazos,
la suavidad de tus besos
o la alegría de tu sonrisa?
¿Cómo no echar de menos
el timbre de tu voz
hablándome de los claroscuros de la vida,
o el olor de la canela en la cocina
cuando nos preparabas arroz con leche?
Cómo no echarte de menos, mamá.
Sé que aún estás a mi lado
cada vez que siento el latido de tu recuerdo
que paciente acompaña mi caminar
cada mañana al levantarme
o cuando anochece la tarde,
cada primavera en su regreso
o al final de cada otoño.
Para mí no es solo hoy tu día
insignificante instante sería el dedicado
a la mujer que aquel ya lejano mes de mayo
me regaló la vida.
Incontables son los momentos
que perlan con los más bellos de los recuerdos
cada nuevo amanecer.
Solo con entornar mis ojos
mirando hacia este interior que me habita
volvemos a encontrarnos
una vez tras otra.
Recuerdo tu sonrisa
y el mirar de tu mirada,
mamá;
recuerdo todo lo aprendido
cuando estabas a nuestro lado
y el día en el que partiste,
mamá;
te recuerdo cada día,
mamá,
porque sé que siempre
vivirás en mí hasta el final.
Jose Manuel Contreras
el calor de tus abrazos,
la suavidad de tus besos
o la alegría de tu sonrisa?
¿Cómo no echar de menos
el timbre de tu voz
hablándome de los claroscuros de la vida,
o el olor de la canela en la cocina
cuando nos preparabas arroz con leche?
Cómo no echarte de menos, mamá.
Sé que aún estás a mi lado
cada vez que siento el latido de tu recuerdo
que paciente acompaña mi caminar
cada mañana al levantarme
o cuando anochece la tarde,
cada primavera en su regreso
o al final de cada otoño.
Para mí no es solo hoy tu día
insignificante instante sería el dedicado
a la mujer que aquel ya lejano mes de mayo
me regaló la vida.
Incontables son los momentos
que perlan con los más bellos de los recuerdos
cada nuevo amanecer.
Solo con entornar mis ojos
mirando hacia este interior que me habita
volvemos a encontrarnos
una vez tras otra.
Recuerdo tu sonrisa
y el mirar de tu mirada,
mamá;
recuerdo todo lo aprendido
cuando estabas a nuestro lado
y el día en el que partiste,
mamá;
te recuerdo cada día,
mamá,
porque sé que siempre
vivirás en mí hasta el final.
Jose Manuel Contreras