He aprendido a caminar
con el corazón en la mano.
He aprendido a caminar
dejando que mis pies
marquen el rumbo y el ritmo.
He aprendido a caminar
bajo cielos inciertos
y sobre una tierra que palpita
ávida de nuevas huellas.
He aprendido.
He aprendido a vivir
con mis ojos de par en par.
He aprendido a vivir
dejando que los nuevos amaneceres
despierten lo que estaba dormido.
He aprendido a vivir
observando todo lo que me rodea
sin importarme la estación del año
ni el lugar del que proceda.
He aprendido.
Y quiero seguir aprendiendo
y quiero seguir viviendo
y quiero seguir caminando
y quiero seguir mirando,
sin perder ni un solo instante
de este tiempo regalado
que la vida me procura,
ahora, que por fin he despertado.
He aprendido,
y espero seguir aprendiendo.
José Manuel Contreras
con el corazón en la mano.
He aprendido a caminar
dejando que mis pies
marquen el rumbo y el ritmo.
He aprendido a caminar
bajo cielos inciertos
y sobre una tierra que palpita
ávida de nuevas huellas.
He aprendido.
He aprendido a vivir
con mis ojos de par en par.
He aprendido a vivir
dejando que los nuevos amaneceres
despierten lo que estaba dormido.
He aprendido a vivir
observando todo lo que me rodea
sin importarme la estación del año
ni el lugar del que proceda.
He aprendido.
Y quiero seguir aprendiendo
y quiero seguir viviendo
y quiero seguir caminando
y quiero seguir mirando,
sin perder ni un solo instante
de este tiempo regalado
que la vida me procura,
ahora, que por fin he despertado.
He aprendido,
y espero seguir aprendiendo.
José Manuel Contreras