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PUENTE ALMUHEY: Qué fácil se organiza una guerra...

Qué fácil se organiza una guerra

parapetándose tras una mesa de despacho.

Qué fácil es dar órdenes

cuando tú no las vas a tener que cumplir.

Qué cobardes son los valientes

que para aplacar su locura asesina

envían al frente a otros

para matar y expulsar, sin excusa alguna,

a hombres, mujeres y niños.

Ninguna justificación justifica lo injustificable

por muchas razones peregrinas y absurdas

que el parapetado cobarde pretenda presentar

frente a los suyos, o frente a los no suyos.

Da igual cómo le definas

da igual cómo le nombres

da igual cómo le llames

porque todo lo que no sea él

le importa sencillamente nada.

Puedes llamarle sátrapa, fascista,

genocida, asesino, cobarde…

Sí, cobarde, pues solo el cobarde

es capaz de asesinar de forma indiscriminada

para alimentar su propio ego y sinrazón.

El éxodo que provoca una guerra,

sea en el lugar que sea del mundo,

no tiene razón alguna.

Intereses económicos alimentan las guerras,

intereses personales alientan las guerras.

¡No a las guerras! ¡No a la guerra!

Me veo reflejado, junto con mi familia,

en las imágenes que llegan por los medios.

Escucho el llanto y sufrimiento de los niños

como si fuera el de mis propias hijas.

Siento en mi la desesperación de padres

que deambulan sin rumbo cierto,

o se esconden en sus casas o refugios

intentando proteger a los suyos.

Percibo el enfado, la rabia y el dolor

de los que quieren regresar

para ayudar y defender

a los que son masacrados y expulsados.

¡Parad la guerra!

¡Parad esta guerra!

¡Parad todas las guerras!

No permitáis,

no permitamos que los cobardes asesinos

sean los que decidan el futuro de la humanidad,

pues si lo dejamos en sus manos…,

ni habrá futuro

ni habrá humanidad.

José Manuel Contreras