Escribí un verso esta mañana,
negro sobre blanco,
sentimientos y vida
que palpitan en cada poro
de mi piel.
Sintiose libre el verso
y decidió alzar el vuelo
dejando huérfano de latidos
mi solitario papel en blanco.
Las dudas se agolparon
en mi cabeza
sin saber qué decisión tomar,
mientras dos de ellas pugnaban
por salir:
si perseguirlo, alcanzarlo, apresarlo
y coartar su libertad
amarrándolo, por siempre,
a otros versos
que dieran forma a mi poema;
o dejarlo a su libre albedrío
en busca de un destino,
de toda razón incierto,
donde pueda alcanzar su cielo.
¿Soy yo quizá su dueño
una vez que su huella queda
esculpida en un papel;
o queda a merced
de su libre albedrío
el camino que ha de recorrer?
Vuela, verso, hacia el horizonte
que consideres poner rumbo,
tal vez nadie persiga tu rastro,
solo tú tomarás la decisión,
en su momento, de posar tus palabras
en el lugar que alcanzar quisieras.
Otros versos hermanos
compondrán ahora mi poema
y te prometo dejarles libres
una vez concluido este sueño;
quizá sigan tu rastro,
o quizá, solo quizá,
construyan el suyo propio.
José Manuel Contreras
negro sobre blanco,
sentimientos y vida
que palpitan en cada poro
de mi piel.
Sintiose libre el verso
y decidió alzar el vuelo
dejando huérfano de latidos
mi solitario papel en blanco.
Las dudas se agolparon
en mi cabeza
sin saber qué decisión tomar,
mientras dos de ellas pugnaban
por salir:
si perseguirlo, alcanzarlo, apresarlo
y coartar su libertad
amarrándolo, por siempre,
a otros versos
que dieran forma a mi poema;
o dejarlo a su libre albedrío
en busca de un destino,
de toda razón incierto,
donde pueda alcanzar su cielo.
¿Soy yo quizá su dueño
una vez que su huella queda
esculpida en un papel;
o queda a merced
de su libre albedrío
el camino que ha de recorrer?
Vuela, verso, hacia el horizonte
que consideres poner rumbo,
tal vez nadie persiga tu rastro,
solo tú tomarás la decisión,
en su momento, de posar tus palabras
en el lugar que alcanzar quisieras.
Otros versos hermanos
compondrán ahora mi poema
y te prometo dejarles libres
una vez concluido este sueño;
quizá sigan tu rastro,
o quizá, solo quizá,
construyan el suyo propio.
José Manuel Contreras