Me pregunto qué será de él,
qué habrá sido de él,
de ella no me preocupo, ni me lo pregunto,
pues ahora va cogida de mi brazo
y me hace compañía.
Le pregunté por él una mañana,
hace ya unas mañanas,
cuando salimos a caminar caminos,
y no me respondió.
No volví a preguntar.
No volví a insistir.
¿Para qué?
Su silencio me lo dijo todo.
La lluvia cae fina,
casi sin ganas,
esta mañana de otoño.
Me compré un sombrero de ala,
discreto pero elegante,
y un abrigo de paño de color gris
haciendo juego.
Ahora veo las nubes
ahora veo la lluvia,
ahora pudo ver y entender
caminando solo con mi soledad
cogido de su brazo.
.
José Manuel Contreras
qué habrá sido de él,
de ella no me preocupo, ni me lo pregunto,
pues ahora va cogida de mi brazo
y me hace compañía.
Le pregunté por él una mañana,
hace ya unas mañanas,
cuando salimos a caminar caminos,
y no me respondió.
No volví a preguntar.
No volví a insistir.
¿Para qué?
Su silencio me lo dijo todo.
La lluvia cae fina,
casi sin ganas,
esta mañana de otoño.
Me compré un sombrero de ala,
discreto pero elegante,
y un abrigo de paño de color gris
haciendo juego.
Ahora veo las nubes
ahora veo la lluvia,
ahora pudo ver y entender
caminando solo con mi soledad
cogido de su brazo.
.
José Manuel Contreras