Ha llegado la primavera,
me lo ha contado el viento,
y las nubes que veloces
surcan el azul del cielo
en todas sus direcciones;
y me lo han contado los árboles
que, de nuevo, vuelven a vestir
sus desnudas ramas con ese vestido verde
salpicado de multicolores flores
que regalan, una vez más, el paisaje;
y me lo han contado las aves
con la alegría de sus trinos y cantos
y el acelerado ir y venir de sus vuelos
de sus nidos a los campos y parques
de los parques y campos a sus nidos;
y me lo han contado tus ojos
cuando se cruzan nuestras miradas
y el dulce besar de tus labios
y el erizado de tu suave piel
si mis brazos te abrazan
y mi cuerpo se hace uno con el tuyo;
y me lo ha contado la luna
y las estrellas que acompañan la noche,
y la algarabía de las calles
y unos versos escritos sobre la acera.
Ha llegado la primavera,
lo sé,
no tengo duda alguna
me lo ha contado mi corazón
que sigue latiendo enamorado.
Jose Manuel Contreras
me lo ha contado el viento,
y las nubes que veloces
surcan el azul del cielo
en todas sus direcciones;
y me lo han contado los árboles
que, de nuevo, vuelven a vestir
sus desnudas ramas con ese vestido verde
salpicado de multicolores flores
que regalan, una vez más, el paisaje;
y me lo han contado las aves
con la alegría de sus trinos y cantos
y el acelerado ir y venir de sus vuelos
de sus nidos a los campos y parques
de los parques y campos a sus nidos;
y me lo han contado tus ojos
cuando se cruzan nuestras miradas
y el dulce besar de tus labios
y el erizado de tu suave piel
si mis brazos te abrazan
y mi cuerpo se hace uno con el tuyo;
y me lo ha contado la luna
y las estrellas que acompañan la noche,
y la algarabía de las calles
y unos versos escritos sobre la acera.
Ha llegado la primavera,
lo sé,
no tengo duda alguna
me lo ha contado mi corazón
que sigue latiendo enamorado.
Jose Manuel Contreras