Si te digo blanco
tú respondes negro;
Si te digo dulce
tú respondes amargo;
si te digo día
tú respondes noche;
si te digo luna
tú respondes sol;
si te digo playa
tú respondes montaña;
si te digo…;
te digo que te propongo ahora
otro juego
en el que tú me dices
y yo respondo.
Tú me dices labios
yo respondo: deseo;
tú me dices cuerpo
yo respondo: el tuyo;
tú me dices mirada
yo respondo: tus ojos;
tú me dices amor
yo respondo: el que siento;
tú me dices locura
yo respondo: entre tus sábanas;
tú me dices…
¿Por qué no dejamos este juego
que empieza en mis ‘labios’
y termina ‘entre tus sábanas’,
silenciamos la noche
y nos dejamos llevar
hasta donde ese
‘tú me haces’ y ‘yo te hago’
nos lleve?
José Manuel Contreras
tú respondes negro;
Si te digo dulce
tú respondes amargo;
si te digo día
tú respondes noche;
si te digo luna
tú respondes sol;
si te digo playa
tú respondes montaña;
si te digo…;
te digo que te propongo ahora
otro juego
en el que tú me dices
y yo respondo.
Tú me dices labios
yo respondo: deseo;
tú me dices cuerpo
yo respondo: el tuyo;
tú me dices mirada
yo respondo: tus ojos;
tú me dices amor
yo respondo: el que siento;
tú me dices locura
yo respondo: entre tus sábanas;
tú me dices…
¿Por qué no dejamos este juego
que empieza en mis ‘labios’
y termina ‘entre tus sábanas’,
silenciamos la noche
y nos dejamos llevar
hasta donde ese
‘tú me haces’ y ‘yo te hago’
nos lleve?
José Manuel Contreras