Estimados amigos: habiendo regresado de mi largo viaje, he querido hacer acto de presencia. Como se da la circunstancia, de que he viajado y conversado, con gentes que tuvieron una niñez muy parecida a la mía, hemos repasado vivencias de aquellos años y habiendo parado durante casi una hora en plenas llanuras manchegas, he querido recordar un anochecer de lluvia. He tomado unas notas y... Al leeros aparece ante mis ojos:
"SE QUE ME LEERÁS DONDE ESTÉS" Pudiera ser.
Era yo casi un chiquillo
cuando te busqué en el agua
en medio de la tormenta,
y, bebí el agua en tu cara
desde mi boca sedienta
las gotas que te besaban
aquella noche en la era,
Era una noche de estío,
negra de pronto ¿recuerdas?
Caminabas a mi lado,
dulce, mimosa, serena.
Fuerte viento de solano
anunciaba la tormenta.
Buscó tu mano mi mano.
Retumbo un trueno muy cerca...
Y te apretaste a mi cuerpo.
! y te viera tan pequeña
a la luz de los relámpagos
que musité mil promesas!
Tu cuerpo al mio ceñido...
! Gruesas gotas que golpean
del camino que seguimos
con furor la tierra seca!..
Y dos cuerpos que se buscan
en plena lluvia y con fuerza
tanta... tanta que aprendimos
amor en la noche aquella,
entre suspiro y suspiro,
entre promesa y promesa,
que dejamos de ser niños...
Olía a tierra mojada
aquella noche en la era
y desde un pedazo de cielo,
luego; nos miraron las estrellas.
Porque te busqué, en el agua
en medio de la tormenta
y porque bebí de tu cara
desde mi boca sedienta
las gotas que resbalaban
en ti toda, en la noche aquella.
JM (LIBERTAD)
"SE QUE ME LEERÁS DONDE ESTÉS" Pudiera ser.
Era yo casi un chiquillo
cuando te busqué en el agua
en medio de la tormenta,
y, bebí el agua en tu cara
desde mi boca sedienta
las gotas que te besaban
aquella noche en la era,
Era una noche de estío,
negra de pronto ¿recuerdas?
Caminabas a mi lado,
dulce, mimosa, serena.
Fuerte viento de solano
anunciaba la tormenta.
Buscó tu mano mi mano.
Retumbo un trueno muy cerca...
Y te apretaste a mi cuerpo.
! y te viera tan pequeña
a la luz de los relámpagos
que musité mil promesas!
Tu cuerpo al mio ceñido...
! Gruesas gotas que golpean
del camino que seguimos
con furor la tierra seca!..
Y dos cuerpos que se buscan
en plena lluvia y con fuerza
tanta... tanta que aprendimos
amor en la noche aquella,
entre suspiro y suspiro,
entre promesa y promesa,
que dejamos de ser niños...
Olía a tierra mojada
aquella noche en la era
y desde un pedazo de cielo,
luego; nos miraron las estrellas.
Porque te busqué, en el agua
en medio de la tormenta
y porque bebí de tu cara
desde mi boca sedienta
las gotas que resbalaban
en ti toda, en la noche aquella.
JM (LIBERTAD)