La mía de hoy ha sido una noche de verano sin sueño, a despecho de lo que ingenió Shakespeare. Una vez despierto, si es que algo he dormido turbado por la duermevela, me doy cuenta de que con un bolígrafo y un papel cualquiera escribí este pensamiento, más o menos rimado, sobre Puente almuhey. Es malo de solemnidad, pero lo aporto como un dato curioso que demuestra hasta qué punto nuestra mente está colocada en otro sitio distinto al que ocupamos:
"Si encuentras un lugar
donde vivir merece la pena,
donde la amistad existe
y se ignora lo vulgar.
Si harto de rebuscar
das con la felicidad plena,
la que siempre soñaste
con tener a manos llenas,
que acertaste es de ley.
No lo dudes.
Has llegado.
Ese sitio es Puente Almuhey"
¿Por qué, me pregunto, se me ocurrió tal memez? Pienso y deduzco que, a lo mejor, porque hace ahora dos años que estuve por última vez en ese pueblo y los mecanismos de respuesta que utiliza la mente son inaprensibles.
Perdonad por el dislate. Un saludo.
Carlos
"Si encuentras un lugar
donde vivir merece la pena,
donde la amistad existe
y se ignora lo vulgar.
Si harto de rebuscar
das con la felicidad plena,
la que siempre soñaste
con tener a manos llenas,
que acertaste es de ley.
No lo dudes.
Has llegado.
Ese sitio es Puente Almuhey"
¿Por qué, me pregunto, se me ocurrió tal memez? Pienso y deduzco que, a lo mejor, porque hace ahora dos años que estuve por última vez en ese pueblo y los mecanismos de respuesta que utiliza la mente son inaprensibles.
Perdonad por el dislate. Un saludo.
Carlos