La crítica no es para el obsevatorio en sí, si no para los bárbaros que se dedican a destrozarlo por el simple placer de hacerlo, es proverbial la incultura de este país, pero extremos, tan comunes por ota parte, como estos, no hacen mas que corroborarlo, en fin, desde que fué construido me he acercado para admirar esa laguna y veo como la acción "humana" lo va arruinando progresivamente.