Nieve en
invierno, trekking delicioso por sus praderas
color esmeralda en
primavera, un sol abrasador en
verano y un
otoño cargado de melancólicos tonos ocres, gastronomía local y suaves temperaturas. Sí, esto es Babia, una comarca leonesa, reserva de la biosfera por la Unesco desde 2004, bastante desconocida en el mundo del viaje, y cuyo potencial como destino de escapadas coincide –en ocasiones demasiado– con las pocas ganas que tenemos los que disfrutamos de sus delicias de que la zona se llene
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