Hace mucho años vivia en Quintanilla una viuda, muy pobre, que tenia un hijo qu era muy pequeñin, casi como un dedo, y al que todos llamaban Furmiguin.
Furmiguin tenia una borriquina y la llevaba a comer todos los dias a la pasada. Un dia se les hizo muy tarde y cuando volvian a casa ya era de noche, cuando escucho unas voces, se escondió en el calero y vió que llegaban tres ladrones.
Los ladrones llevaban un saco grande con las monedas que habian robado y pensaron que aquel era un buen sitio para reoartirlas. Se sentaron en el suelo y el jefe empezo: una pa ti, otra pa ti y otra para mi. La segunda vez que repartió, Furmiguin que los estaba viendo, dijo, y para mi nada?, Ellos se miraron asustados pero como no vieron nada mas que una borriquina, continuaron con el reparto. Una para ti, otra para ti y otra para mi.... y para mi nada?, escucharon otra ves los ladrones.
Ya mosqueados, salieron a buscar por los alrededores a la persona que les hablaba.... mientras tanto, Furmiguin cargo el saco en la borriquina y se marcho a su casa.
Furmiguin al llegar a su casa, le enseño a su madre el saco y pensaron en cerrar bien la puerta y los postigos, por si los ladrones lo encontraban.
A la mañana siguiente, la madre salió muy temprano a buscar a las autoridades y cuando todos llegaron a casa se encontraron a los tres ladrones en el tejado, con el culo quemado.
Que habia pasado?, pues los ladrones habian localizado la casa, siguiendo las pisadas del burro. Y Formiguin que los vió llegar, cerró bien puertas y ventanas y habia puesto los ganchos de la cocina a calentar en la lumbre. Cuando los ladrones vieron, que no habia forma de abrir la casa, decieron entrar por la chimenea. Furmiguin les fue aplicando el gancho, ardiendo, cada vez que uno intentaba bajar.
Las autoridades recuperaron todo lo robado y a Furmiguin a su madre les dieron una buena cantidad, con la que pudieron vivir sin dificuktades.
y colorin colorado este cuento se ha acabado, fueron felices, comieron perdices.........
Furmiguin tenia una borriquina y la llevaba a comer todos los dias a la pasada. Un dia se les hizo muy tarde y cuando volvian a casa ya era de noche, cuando escucho unas voces, se escondió en el calero y vió que llegaban tres ladrones.
Los ladrones llevaban un saco grande con las monedas que habian robado y pensaron que aquel era un buen sitio para reoartirlas. Se sentaron en el suelo y el jefe empezo: una pa ti, otra pa ti y otra para mi. La segunda vez que repartió, Furmiguin que los estaba viendo, dijo, y para mi nada?, Ellos se miraron asustados pero como no vieron nada mas que una borriquina, continuaron con el reparto. Una para ti, otra para ti y otra para mi.... y para mi nada?, escucharon otra ves los ladrones.
Ya mosqueados, salieron a buscar por los alrededores a la persona que les hablaba.... mientras tanto, Furmiguin cargo el saco en la borriquina y se marcho a su casa.
Furmiguin al llegar a su casa, le enseño a su madre el saco y pensaron en cerrar bien la puerta y los postigos, por si los ladrones lo encontraban.
A la mañana siguiente, la madre salió muy temprano a buscar a las autoridades y cuando todos llegaron a casa se encontraron a los tres ladrones en el tejado, con el culo quemado.
Que habia pasado?, pues los ladrones habian localizado la casa, siguiendo las pisadas del burro. Y Formiguin que los vió llegar, cerró bien puertas y ventanas y habia puesto los ganchos de la cocina a calentar en la lumbre. Cuando los ladrones vieron, que no habia forma de abrir la casa, decieron entrar por la chimenea. Furmiguin les fue aplicando el gancho, ardiendo, cada vez que uno intentaba bajar.
Las autoridades recuperaron todo lo robado y a Furmiguin a su madre les dieron una buena cantidad, con la que pudieron vivir sin dificuktades.
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