jejjejjeje guapísimas las tres.
En
casa de Saturna había lirios. Cuando andabamos en busca de las
flores para la
procesión, todas los queriamos, si se los mangabamos se ponía enferma pero a quien se los pedía se los daba.
Por cierto, todo niño que pasaba por su casa, saliá con algo. Aunque fuera una galleta. Buena gente.