Carta abierta a Belarmino de Somiedo:
¡Ay, Belarmino fiu, vas matanos dun disgustu! ¡Mira que decir que «Babia y Laciana no existen» ¡ye que viajas poucu, om!
No sé el contexto exacto en que dijiste la frase reproducida en prensa, y no quiero creer que tuviera sentido despectivo, aunque me lo parece. Si es así, veote algo bocón, y notásete que no aceptas las resoluciones de los tribunales, lo que tenemos que hacer todos, lo mismo cuando son buenas que cuando son malas. Nunca hablé de tu tierra y de tu Ayuntamiento más que en sentido elogioso y encantada de que Somiedo progrese, que para él tuvo, lo mismo que todos los demás. Recuerdo, perfectamente a tus gentes cuando venían a ganarse el pan a las minas, junto con babianos y lacianiegos. Yo comprendo que el pasar de les madreñes a las botas de goma fue un gran salto, pero Babia y Laciana están orgullosos de él y no desprecian a nadie.
Babia y Laciana están, según subes al alto del Puerto, todo de frente, en el sitio donde pastan las tus vacas, en terrenos que Cabrillanes cree que son suyos. Las probes, como no hablan no molestan. ¡Has de fijate!
La alcaldesa de Villablino, dizme que te advierta que tiene de oficio domar rapazos, así que un alcalde es poca comida para ella, y que no andes tan llargón que vas a cabreala. No me digas en qué tengo que gastar los cuartos, que lo sé. No soy la más lista del pueblo, pero tú tampoco. Así que Belarminin, (trátote con confianza, om), defiende lo tuyo como mejor veas, pero ni des lecciones, ni faltes, ni a nuestra tierra, ni a nuestra gente. Con que, ¡andame po lo segao! ¿Oyisti? Pues eso.
¡Ay, Belarmino fiu, vas matanos dun disgustu! ¡Mira que decir que «Babia y Laciana no existen» ¡ye que viajas poucu, om!
No sé el contexto exacto en que dijiste la frase reproducida en prensa, y no quiero creer que tuviera sentido despectivo, aunque me lo parece. Si es así, veote algo bocón, y notásete que no aceptas las resoluciones de los tribunales, lo que tenemos que hacer todos, lo mismo cuando son buenas que cuando son malas. Nunca hablé de tu tierra y de tu Ayuntamiento más que en sentido elogioso y encantada de que Somiedo progrese, que para él tuvo, lo mismo que todos los demás. Recuerdo, perfectamente a tus gentes cuando venían a ganarse el pan a las minas, junto con babianos y lacianiegos. Yo comprendo que el pasar de les madreñes a las botas de goma fue un gran salto, pero Babia y Laciana están orgullosos de él y no desprecian a nadie.
Babia y Laciana están, según subes al alto del Puerto, todo de frente, en el sitio donde pastan las tus vacas, en terrenos que Cabrillanes cree que son suyos. Las probes, como no hablan no molestan. ¡Has de fijate!
La alcaldesa de Villablino, dizme que te advierta que tiene de oficio domar rapazos, así que un alcalde es poca comida para ella, y que no andes tan llargón que vas a cabreala. No me digas en qué tengo que gastar los cuartos, que lo sé. No soy la más lista del pueblo, pero tú tampoco. Así que Belarminin, (trátote con confianza, om), defiende lo tuyo como mejor veas, pero ni des lecciones, ni faltes, ni a nuestra tierra, ni a nuestra gente. Con que, ¡andame po lo segao! ¿Oyisti? Pues eso.