Me ha costado recordar a esta señora, ahora ya sé quien es. La madre de Maite, cuando hicimos la pared, hacia mucho frio y le pedimos permiso para comer el bocadillo en su bar. No solo nos dijo que si, además todos los días nos bajaba un plato caliente de su propia comida y calentabamos un poco. Me alegro recordarla, las cosas buenas nos llenan el alma y me da pena porque no sabia que había fallecido, un beso para Mayte y su hermano Guzmán que es taxista como nosotros, buenas noches.