LOS PASTORES
Zona de muchos rebaños
del país y transhumancia
todo el verano aquí
todo el invierno, marchaban.
Los hombres se dedicaban
en gran número a este oficiio
rebaños propios, o como obreros
sacaban su beneficio.
Muy triste, por otra parte
por que mas de medio año
dejarían a su casa
y su familia, llorando.
Ellos tenían que marcharse
a Cáceres y Badajoz
ellas con labranza e hijos
esperaban con valor.
Además de las merinas
llevaban algunos perros
algunas cabras de leche
yeguas y burros con aperos.
Las comidas eran malas
a base de pan y migas
leche si daban las cabras
y queso que ellos hacían
La carne, alguna vez
la arreglaban en fritada
todos hacían ese guiso
típico de la majada.
Una vida solitaria
muy dura, no por trabajo
sino por la soledad
.
Cuando llegaban en junio
contentos se revelaban
ocho días en el monte
otros ocho en su casa.
Les daban las bienvenida a serranos que llamaban
un dia de canto y baile
abrazos para su amada
Les acosaban los lobos
el oso, alguna vez
y los de nuestra zona
pobres solían ser.
Todos estos propietarios
eran gente acomodada
Conde Campos, Conde Oliva
Conde Enrique y Orellana.
Zona de muchos rebaños
del país y transhumancia
todo el verano aquí
todo el invierno, marchaban.
Los hombres se dedicaban
en gran número a este oficiio
rebaños propios, o como obreros
sacaban su beneficio.
Muy triste, por otra parte
por que mas de medio año
dejarían a su casa
y su familia, llorando.
Ellos tenían que marcharse
a Cáceres y Badajoz
ellas con labranza e hijos
esperaban con valor.
Además de las merinas
llevaban algunos perros
algunas cabras de leche
yeguas y burros con aperos.
Las comidas eran malas
a base de pan y migas
leche si daban las cabras
y queso que ellos hacían
La carne, alguna vez
la arreglaban en fritada
todos hacían ese guiso
típico de la majada.
Una vida solitaria
muy dura, no por trabajo
sino por la soledad
.
Cuando llegaban en junio
contentos se revelaban
ocho días en el monte
otros ocho en su casa.
Les daban las bienvenida a serranos que llamaban
un dia de canto y baile
abrazos para su amada
Les acosaban los lobos
el oso, alguna vez
y los de nuestra zona
pobres solían ser.
Todos estos propietarios
eran gente acomodada
Conde Campos, Conde Oliva
Conde Enrique y Orellana.