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QUINTANILLA DE BABIA: A mi una vez, no me acuerdo de que cura fue...

Todos los de esta generación tenían que ser duros por narices. Superaban los problemas médicos casi a pelo. Tenian botica pero los medicamentos eran caros y no todos se los podían permitir, acudían a los médicos y a las medicinas cuando ya no había otro remedio.
De vez en cuando iban por el pueblo unas asturianas que llevaban toda clase de hierbas y les enseñaban a tomarlas según la enfermedad que tuvieran. Mi madre se acuerda de una que le llamaban "Carmen la de los asenjos".
Los dolores de muelas eran un suplicio lo trataban con:
-Un bochicon de orujo, cuando la muela aun estaba entera. Quitaba algo el dolor cuando lo tenias en la boca, luego dolia mas.
-Una telina o un cachín de algodón empapado de aceite caliente, cuando tenían un agujero en la muela, calmaba algo. no mucho.
A todo esto tenían que aguantar hasta que se superaba la infección pues la única forma de solucionar el problema era sacando la muela o el diente y con infección no lo hacían..
Duros-as como piedras, no les quedó mas remedio

A mi una vez, no me acuerdo de que cura fue
tenia tal dolor en una muela
que me puso un grano de incienso, no se quien fue el inventor de tal remedio
pero el dolor paso
A ta`parse hasta las orejas que
la noche promete