Ha fallecido Isabel Álvarez Álvarez. Nacida en Cabrillanes en 1919, era la pequeña de sus hermanos (uno de ellos, el conocido filólogo babiano Guzmán Álvarez). Isabel se licenció en Filosofía y Letras en la Universidad de Valladolid, interrumpidos sus estudios por la guerra, que sacudió con crudeza a su familia, y al cabo fue profesora del Colegio Nuestra Señora de Carrasconte de Villablino, entre 1942 y 1956, en la más fructífera etapa del centro docente, primero como colegio libre adoptado y más tarde como centro de titularidad municipal. En 1956 hubo de abandonar su labor, al ser trasladado su marido, Manuel Sierra Castrillón, juez que había ejercido en Murias de Paredes y Villablino, a otra plaza.
Isabel, una mujer elegante y culta, es una de las profesoras emblemáticas de “la Academia” y muy añorada por todos los que fueron sus alumnos en aquellos bonitos años en nuestro valle, que recuerdan con cariño a la señorita Isabel o doña Isabel. Ambos, Manuel Sierra e Isabel Álvarez (en la foto, en sus años de novios), padres de tres hijos, uno de ellos el conocido pintor lacianiego Manolo Sierra.
A Isabel Álvarez dedicó el historiador Manuel Fernández Álvarez, amigo suyo desde su época de estudiantes universitarios, su novela ‘A trancas y barrancas’ (segunda de la triología titulada 'Dies Irae'), con un emotivo “a Isabel, amiga entre los amigos, con el recuerdo imborrable de su hermana Rosario”. Y a ambas hace protagonistas de parte de la novela, siendo el personaje de Helena trasunto de Isabel, en la que -dice el autor- “todo era reposo y sosiego, como si se tratara de una deidad griega. […] Le gustaba escuchar, don tan raro entre los mortales. Si alguien contaba algo notable, al momento tenía ante sí los ojos atentos de Helena, unos ojos grandes, negros, profundos, bellísimos…”
[Su historia y la de su familia, para quien pueda estar interesado, está en el libro ‘Guzmán Álvarez. Media vida de una vida demediada’, editado por el Club Xeitu en 2011, del que son autores José Sierra Álvarez y Víctor del Reguero]
Isabel, una mujer elegante y culta, es una de las profesoras emblemáticas de “la Academia” y muy añorada por todos los que fueron sus alumnos en aquellos bonitos años en nuestro valle, que recuerdan con cariño a la señorita Isabel o doña Isabel. Ambos, Manuel Sierra e Isabel Álvarez (en la foto, en sus años de novios), padres de tres hijos, uno de ellos el conocido pintor lacianiego Manolo Sierra.
A Isabel Álvarez dedicó el historiador Manuel Fernández Álvarez, amigo suyo desde su época de estudiantes universitarios, su novela ‘A trancas y barrancas’ (segunda de la triología titulada 'Dies Irae'), con un emotivo “a Isabel, amiga entre los amigos, con el recuerdo imborrable de su hermana Rosario”. Y a ambas hace protagonistas de parte de la novela, siendo el personaje de Helena trasunto de Isabel, en la que -dice el autor- “todo era reposo y sosiego, como si se tratara de una deidad griega. […] Le gustaba escuchar, don tan raro entre los mortales. Si alguien contaba algo notable, al momento tenía ante sí los ojos atentos de Helena, unos ojos grandes, negros, profundos, bellísimos…”
[Su historia y la de su familia, para quien pueda estar interesado, está en el libro ‘Guzmán Álvarez. Media vida de una vida demediada’, editado por el Club Xeitu en 2011, del que son autores José Sierra Álvarez y Víctor del Reguero]
Que descanse en paz. Dice mi madre que de joven era muy guapa.