Pobre
Santa Teresa, por Dios, quitenla esas vestiduras, que ella era descalza y humilde, y con tanto trapo parece una muñeca. Seguro que la talla es preciosa y no la podemos apreciar por las vestiduras. A las tallas de la
Virgen, se las suele vestir, pero a Santa Teresa. Madre mia si se viera.