Sergio Francisco Pardo Moro
2400 LEÓN
D. Francisco Abanilla Díaz
Alcalde Presidente de la Junta Vecinal de Riego del Monte.
C/La Constitución.
24225 RIEGO DEL MONTE (León)
Estimado Francisco:
Como bien sabes, en su día, tras constituir la Junta Vecinal después de los problemas surgidos con la anterior Junta Vecinal elegida tras las últimas elecciones, me solicitaste mi colaboración con dicha Junta. Acepté, a pesar de las dificultades de tiempo que tengo por mi situación familiar y laboral y mi residencia fuera del pueblo. No puse objeción para colaborar en la llevanza de los recibos, de las cuentas, y colaborar con los festejos. Desde entonces, con mayor o menor acierto, he colaborado con el entusiasmo que me permite mi falta de tiempo, a pesar de las dificultades que nos hemos encontrado, básicamente económicas por los problemas económicos surgidos.
Recientemente, coincidiendo con la propuesta de la cesión del agua al Ayuntamiento me sugeriste la conveniencia de demoler el caño. Te manifesté mi total negativa, reiterando que se trata de una seña de identidad para todos los vecinos y personas que mantenemos cierto vínculo afectivo con el pueblo. Te hice saber, que aunque fuera una imposición legal, habría que estudiar la forma de impedir la demolición aunque quedase inutilizado como surtidor de agua. En otra ocasión, recientemente te volví a reiterar mi postura, que como te dije es el sentir común del pueblo, y estoy seguro que la inmensa mayoría van a recriminar el hecho.
A pesar de todo ello, hoy mismo, y por una tercera persona he sido informado de que ayer mismo se derribó el caño. No pudiendo dar crédito a lo que oía te llamé con esa persona delante para corroborarlo y si fuera todavía posible impedirlo. Pues bien, el daño ya estaba hecho. Todavía no lo he visto, pues te aseguro que “me va a doler mucho”.
Desconozco en este momento los motivos que has tenido para tomar la decisión. Y si ha sido impuesta por el Ayuntamiento posiblemente, no entiendo cómo no se ha comunicado a los vecinos y a mi mismo. Este punto me es especialmente doloroso. Me has pedido la ayuda y opinión para otros trabajo y cuestiones. En esta ocasión, ni siquiera me lo has comunicado, a pesar de que ya habíamos hablado de éllo. Quizá mi postura contraria, de la que ya eras conocedor, es el motivo para ocultármelo.
Desconozco también si ha habido alguna comunicación previa por el organismo que ha llevado a cabo el tema de forma oficial o verbal. Tampoco conozco el fundamento, si lo hay para su derribo. Quizá, presionado por ese organismo o persona, y sin argumentos que oponer por desconocimiento de la legalidad al respecto, has permitido el derribo. Lo que no puedo consentir es una falta de comunicación en este tema. Ten muy seguro que de habérmelo comunicado habría intentado por todos los medios que se llevara a cabo, solicitando la ayuda de los vecinos sin ninguna duda, presionando por todos los medios a nuestro alcance. Se trata de una seña de identidad del pueblo, que lo identifica, que no perjudica a nadie ni a nada.
Por todo lo indicado, ante esta actuación tomada sin mi consentimiento, he perdido totalmente la confianza en tu modo de actuar, por lo que desde este momento PRESENTO IRREVOCABLEMENTE MI DIMISIÓN COMO VOCAL DE LA JUNTA VECINAL DE RIEGO DEL MONTE.
Y para que conste a los efectos oportunos, firmo en
León a 10 de Diciembre de 2.009.
Fdo. Sergio Francisco Pardo Moro.
2400 LEÓN
D. Francisco Abanilla Díaz
Alcalde Presidente de la Junta Vecinal de Riego del Monte.
C/La Constitución.
24225 RIEGO DEL MONTE (León)
Estimado Francisco:
Como bien sabes, en su día, tras constituir la Junta Vecinal después de los problemas surgidos con la anterior Junta Vecinal elegida tras las últimas elecciones, me solicitaste mi colaboración con dicha Junta. Acepté, a pesar de las dificultades de tiempo que tengo por mi situación familiar y laboral y mi residencia fuera del pueblo. No puse objeción para colaborar en la llevanza de los recibos, de las cuentas, y colaborar con los festejos. Desde entonces, con mayor o menor acierto, he colaborado con el entusiasmo que me permite mi falta de tiempo, a pesar de las dificultades que nos hemos encontrado, básicamente económicas por los problemas económicos surgidos.
Recientemente, coincidiendo con la propuesta de la cesión del agua al Ayuntamiento me sugeriste la conveniencia de demoler el caño. Te manifesté mi total negativa, reiterando que se trata de una seña de identidad para todos los vecinos y personas que mantenemos cierto vínculo afectivo con el pueblo. Te hice saber, que aunque fuera una imposición legal, habría que estudiar la forma de impedir la demolición aunque quedase inutilizado como surtidor de agua. En otra ocasión, recientemente te volví a reiterar mi postura, que como te dije es el sentir común del pueblo, y estoy seguro que la inmensa mayoría van a recriminar el hecho.
A pesar de todo ello, hoy mismo, y por una tercera persona he sido informado de que ayer mismo se derribó el caño. No pudiendo dar crédito a lo que oía te llamé con esa persona delante para corroborarlo y si fuera todavía posible impedirlo. Pues bien, el daño ya estaba hecho. Todavía no lo he visto, pues te aseguro que “me va a doler mucho”.
Desconozco en este momento los motivos que has tenido para tomar la decisión. Y si ha sido impuesta por el Ayuntamiento posiblemente, no entiendo cómo no se ha comunicado a los vecinos y a mi mismo. Este punto me es especialmente doloroso. Me has pedido la ayuda y opinión para otros trabajo y cuestiones. En esta ocasión, ni siquiera me lo has comunicado, a pesar de que ya habíamos hablado de éllo. Quizá mi postura contraria, de la que ya eras conocedor, es el motivo para ocultármelo.
Desconozco también si ha habido alguna comunicación previa por el organismo que ha llevado a cabo el tema de forma oficial o verbal. Tampoco conozco el fundamento, si lo hay para su derribo. Quizá, presionado por ese organismo o persona, y sin argumentos que oponer por desconocimiento de la legalidad al respecto, has permitido el derribo. Lo que no puedo consentir es una falta de comunicación en este tema. Ten muy seguro que de habérmelo comunicado habría intentado por todos los medios que se llevara a cabo, solicitando la ayuda de los vecinos sin ninguna duda, presionando por todos los medios a nuestro alcance. Se trata de una seña de identidad del pueblo, que lo identifica, que no perjudica a nadie ni a nada.
Por todo lo indicado, ante esta actuación tomada sin mi consentimiento, he perdido totalmente la confianza en tu modo de actuar, por lo que desde este momento PRESENTO IRREVOCABLEMENTE MI DIMISIÓN COMO VOCAL DE LA JUNTA VECINAL DE RIEGO DEL MONTE.
Y para que conste a los efectos oportunos, firmo en
León a 10 de Diciembre de 2.009.
Fdo. Sergio Francisco Pardo Moro.