Un nombre que dice mucho.... Villamor
En Omaña reabre sus puertas un antiguo mesón que cerró hacetres décadas, el Villamor de Riello
Actual fachada del bar-restaurante Villamor de Riello, con un logo diseñado por el dibujante de La Crónica, Lolo.
Fulgencio Fernández / Riello
Elegir el nombre para un nuevo negocio resulta muy significativo. Hubo épocas de nombres exóticos en inglés o que encerraban una clave secreta para los clientes, los hubo que sumaban los nombres de quienes los abrían (Sayma era simplementeSara y Manolo...), los hubo clásicos (La Plaza, Santa Nonia...).
Llamar a un nuevo local, a un bar restaurante en este caso, Villamor de Riello significa muchas cosas, pero una evidente, laapuesta por la tradición al recuperar el viejo nombre que había tenido cuando todos le llamaban el bar de Aurelio, hasta que cerró, ya hace casi 30 años.
Llamar a un bar Villamor de Riello significa el orgullo de estar en una tierra, Riello en Omaña, y recordar que existió allí un viejo concejo llamado Villamor de Riello, con 13 pueblo, con viejos nombres (Lariego de Arriba y Abajo, Zeide, La Uz...), con concurridos mercados, comercio floreciente y una más que rica vida comunal.
Así la vieja historia regresa con un nombre, Villamor de Riello, y una filosofía, la de la tradición adaptada a los tiempos que corren. No sé qué dirían Aurelio y Mercedes, la hermana de Ángelín el carnicero, de los nuevos platos y los menús del día del nuevo Villamor de Riello, a 9 euros, por cierto. La apuesta de los nuevos dueños es que el espíritu de ellos siga allí y el restaurantesea un bar nuevo con sabor de siempre.
A ello habría que añadir lo que significa en estos tiempos que corren un bar en un pueblo cuando se mira al invierno. La despoblación mata, pero la despoblación en aquellos pueblos que cierran sus bares es una crueldad cargada de tristeza. Omaña es una tierra sembrada de pueblo que necesitan mirar al horizonte y encontrar luces encendidas, puertas abiertas. Que es lo que ha hecho hace unos días Villamor de Riello, aunque la inauguración oficial será en los primeros días de agosto, cuando contarán con la presencia del creador del cartel, el dibujante Lolo. Se acercan los tiempos de celebrar muy sinceramente los nuevos bares en las tierras viejas.
Riello tiene una nueva luz encendida, una puerta abierta, un bar donde bien conversar y mejor comer, un filandón abierto a todas las gentes que viven y pasan, un espacio necesario, un viejo recuerdo... Villamor.
En Omaña reabre sus puertas un antiguo mesón que cerró hacetres décadas, el Villamor de Riello
Actual fachada del bar-restaurante Villamor de Riello, con un logo diseñado por el dibujante de La Crónica, Lolo.
Fulgencio Fernández / Riello
Elegir el nombre para un nuevo negocio resulta muy significativo. Hubo épocas de nombres exóticos en inglés o que encerraban una clave secreta para los clientes, los hubo que sumaban los nombres de quienes los abrían (Sayma era simplementeSara y Manolo...), los hubo clásicos (La Plaza, Santa Nonia...).
Llamar a un nuevo local, a un bar restaurante en este caso, Villamor de Riello significa muchas cosas, pero una evidente, laapuesta por la tradición al recuperar el viejo nombre que había tenido cuando todos le llamaban el bar de Aurelio, hasta que cerró, ya hace casi 30 años.
Llamar a un bar Villamor de Riello significa el orgullo de estar en una tierra, Riello en Omaña, y recordar que existió allí un viejo concejo llamado Villamor de Riello, con 13 pueblo, con viejos nombres (Lariego de Arriba y Abajo, Zeide, La Uz...), con concurridos mercados, comercio floreciente y una más que rica vida comunal.
Así la vieja historia regresa con un nombre, Villamor de Riello, y una filosofía, la de la tradición adaptada a los tiempos que corren. No sé qué dirían Aurelio y Mercedes, la hermana de Ángelín el carnicero, de los nuevos platos y los menús del día del nuevo Villamor de Riello, a 9 euros, por cierto. La apuesta de los nuevos dueños es que el espíritu de ellos siga allí y el restaurantesea un bar nuevo con sabor de siempre.
A ello habría que añadir lo que significa en estos tiempos que corren un bar en un pueblo cuando se mira al invierno. La despoblación mata, pero la despoblación en aquellos pueblos que cierran sus bares es una crueldad cargada de tristeza. Omaña es una tierra sembrada de pueblo que necesitan mirar al horizonte y encontrar luces encendidas, puertas abiertas. Que es lo que ha hecho hace unos días Villamor de Riello, aunque la inauguración oficial será en los primeros días de agosto, cuando contarán con la presencia del creador del cartel, el dibujante Lolo. Se acercan los tiempos de celebrar muy sinceramente los nuevos bares en las tierras viejas.
Riello tiene una nueva luz encendida, una puerta abierta, un bar donde bien conversar y mejor comer, un filandón abierto a todas las gentes que viven y pasan, un espacio necesario, un viejo recuerdo... Villamor.