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RIOSCURO (León)

Vista del Feixolin desde el Cuetonidio
Foto enviada por cea (Esther)

Es el día del examen final en el seminario. El padre superior le echa un discurso a los seminaristas que van a graduarse:

- "Hijos míos: cansados ya como estamos de tantos escándalos en los que los nuevos sacerdotes se ven envueltos, hemos decidido hacerles un examen especial, para probar su resistencia hacia las tentaciones de la carne. Para empezar, desnúdense. El padre Humberto va a pasar entre ustedes con unas campanillas. Tome cada uno de ustedes una de ellas, y amárresela al pene."

Una vez preparados los seminaristas, entra al salón una bailarina de striptease, vestida de forma muy sugestiva. Inmediatamente empiezan a sonar las campanillas de la mitad de los seminaristas, "tilín, tilín, tilín".

El padre superior les ordena salir del salón diciéndoles:
- "Hijos míos, lo siento pero ustedes no están preparados todavía para salir al mundo. Que continúe la prueba."

La bailarina empieza a hacer su espectáculo. Cuando se quita el vestido, "! Tilín, tilín, tilín!", se oyen las campanillas de la mitad de los que quedan.

La bailarina continúa. Cuando se quita el brassiere,
"! Tilín, tilín, tilín!" suenan casi todas las campanillas... y sólo quedan tres seminaristas... pero no por mucho tiempo. Cuando la bailarina se quita la tanga, dos campanillas suenan: "! Tilín, tilín, tilín!"

Queda un seminarista, imperturbable. A una seña del padre superior, la bailarina se le acerca, y lo acaricia. Silencio absoluto. Se le sienta encima. Silencio.

- "! Basta!" Dice el padre superior. "Hijo mío tú has sido el único de tu generación en haber superado tan difícil prueba. Estás listo para salir al mundo. Dame un abrazo de despedida..."

"! Tilín, tilín, tilín!" ... (ver texto completo)