Angel
Cristo en su número de domador, después de acallar a un
león ferocísimo le da un beso en la boca. La gente dice:
- ¡Bravo! ¡Que valor!
Pero uno entre el público se levanta y dice:
- ¡Pues eso también lo hago yo!
- ¿Si?
- Si, y mucho mejor que el león.