Volver a tiempos de antaño donde quedaban dos familias y el asturiano con sus vacas. Es verdad que hubo gente "rara" en la Cantina Rincón de Luna. Se ha notado y mucho la marcha de Marta que era un valer y servía con rapidez y simpatía, supongo que vio que no tenia futuro. Justo tres años de su apertura y ya ha cerrado, la realidad que no es un negocio para un pueblo tan apartado y con escasez de productos para un establecimiento de restauración comprando a tres o cuatro tenderos ambulantes que únicamente sacan de apuros a familias. Se comenta que Volver a abrir pal vrano que es cuando los pueblos tienen más gente, ni mas ni menos que lo que venía haciendo la antigua Cantina que se mantuvo abierta años y años atendida familiarmente, limpia, sin pretensiones y con precios asequibles.