Esperemos que el
verano termine bien, si hay civismo, cooperación, educación y solidaridad. Amenazante la frase de cómo se terminará el verano, nunca ha sido Robledo un
pueblo peligroso, guardad esas advertencias que tanto hacen tanto daño hacen. Más actividades relajantes,
paseos hasta Fontanales y Cubil que esas Revueltas necesitan de esfuerzo, un recorrido para disfrutar del
paisaje, una ruta de dura actividad se necesita concentración dejando a un lado malos
rollos y malos quereres. Es Robledo
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