Totalmente de acuerdo
amigo Jose, se acabó la vorágine del
verano que atenta con la tranquilidad y la paz esperando que esa paz tan ansiada y añorada cierre este clima tan desastroso que ha provocado la división del maravilloso y modélico
pueblo que fue Robledo, hoy desgraciadamente no es ejemplo de nada, hoy existe una degradación total.