LXX
El que es manso y feliz,
el que posee una visión inalterada
y cuya mente rebosa la plenitud del equilibrio y la calma;
El que Le ha visto y tocado,
queda libre de todo temor y aflicción.
Para él, el pensamiento perenne de Dios
es como aceite de sándalo que impregna su cuerpo;
para él no existe mayor deleite;
Su trabajo y reposo están henchidos de música,
y él derrama hacia todo la luz del amor.
Dice Kabir:
“Besa los pies del uno e indivisible, inmutable y pacífico,
que sacia de júbilo hasta el borde, toda vasija,
y cuya forma es el amor.”
Buenos diasssssssss a los amigos de Rosales
El que es manso y feliz,
el que posee una visión inalterada
y cuya mente rebosa la plenitud del equilibrio y la calma;
El que Le ha visto y tocado,
queda libre de todo temor y aflicción.
Para él, el pensamiento perenne de Dios
es como aceite de sándalo que impregna su cuerpo;
para él no existe mayor deleite;
Su trabajo y reposo están henchidos de música,
y él derrama hacia todo la luz del amor.
Dice Kabir:
“Besa los pies del uno e indivisible, inmutable y pacífico,
que sacia de júbilo hasta el borde, toda vasija,
y cuya forma es el amor.”
Buenos diasssssssss a los amigos de Rosales