Padre César Morán Bardón (1882 - 1952)
El Padre César Morán Bardón19 nació el 7 de octubre a la una de la tarde
del año 1882 en Rosales", un pueblo del norte de León situado en la ladera sur
del Cueto, perteneciente entonces al Obispado de Astorga, distante unos 60
kilómetros de la capital, zona importante para el turista por su hermosa
geografía: abundantes montículos, arroyuelos, pastizales, perenne verdor...
Fue bautizado en la iglesia del pueblo el día 10 del mismo mes. Era hijo
legítimo de Ángel Morán de los Barrios de Luna y de Rosalía Bardón de
Rosales. Este matrimonio tuvo 6 hijos: Benjamina, Sebastián, Jesús, el P.
César, Genoveva" y María Sofía". Los abuelos paternos fueron José Morán y
Tomasa Gutiérrez, ya difuntos, cuando nació
El P. César, y naturales de los Barrios. Los
abuelos maternos fueron Manuel Bardón y
Beatriz Bardón. Se le puso por nombre
Cesáreo Francisco...
Su padre era un trajinero o postor, se
dedicaba a vender vino en los pueblos del
entorno. Vivían humildemente en una casa
con cubierta de paja de centeno, situada en la
parte baja del pueblo", cerca de los prados
la Llastra; actualmente este caserío,
pués de ser reformado por Luis
Fernández y sustituido la cubierta de paja
por pizarra, se ha quemado y está en ruinas.
Con 7 años escasos sufre el P. César un duro golpe, el6 de mayo de 1889
se muere su papá de una pulmonía aguda, éste tenía 55 años". Deja mujer y 6
hijos la mayor tenía 15 años y la más pequeña 8 meses.
Las personas del pueblo que conocieron al P. César Morán manifiestan
que era un muchacho muy inteligente y con grandes cualidades morales.
Estudió humanidades en Vegarienza con el dómine D. Cancio
Con los estudios realizados en la vecina Preceptoría de Vegarienza,
regresa en el Real Colegio de Valladolid, donde viste el hábito agustiniano el
3 de octubre de 1899. Un año más tarde, cumplido el tiempo de Noviciado
profesa de Votos Temporales e14 de octubre del año 1900.
Tras finalizar los cursos filosóficos en la capital del Pisuerga, el 9
septiembre de 1903 se traslada al Monasterio burgalés de Santa María de La
Vid, en el cual prosigue la carrera religiosa, con la Sagrada Teología, la
emisión de los Votos Solemnes el 5 de octubre de 1903, Y la Ordenación
sacerdotal el 25 de julio de 1907. Celebró su primera misa ese mismo año, el
19 de agosto. Fue destinado al colegio que los agustinos regentaban en
Talavera de la Reina (Toledo) y allí permaneció 4 años desempeñando el
cargo de inspector..
En 1911 lo trasladaron a Salamanca, al colegio de Calatraba, en el que
continúo 30 años como profesor de francés e historia, hasta que en el curso
pasó al colegio de Nuestra Señora del Buen Consejo en Madrid
para impartir las mismas asignaturas, en él permaneció 12 años.
Del catálogo de sus obras se deduce que el P. César Morán trató temas de
arqueología y folklore. Ya en Valladolid, siendo colegial de pocos años,
comenzó a emborronar cuartillas sobre temas populares, cuartillas que luego
rompía, porque nunca le dejaban satisfecho.
En la VID, siendo estudiante de Teología, colaboró en la revista:
Papalelos de los Profesores, una revistilla en la que hizo sus primeros amigos
con otros compañeros, como el P. David Rubio, que luego resultó un excelente
escritor. En los recreos leían mancomunadamente sus escritos y se hacían
severas críticas..
En Talavera, ya resuelto a escribir, mandó al desaparecido periódico La
Rivera del Tajo una larga serie de artículos de temas tradicionales o
históricos en los que la imaginación desempeñaba un gran papel, firmaba
entonces sus escritos con el seudónimo Narcomberdi.:
En Salamanca fue donde puede decirse que empezó su vida científica, le
acompañó en sus investigaciones un grupo de alumnos a los que dedicó su
primer libro. Estas actividades las realizaba aprovechando los días y las horas
de tiempo libre, fuera del trabaj o de clase y secretaría que desempeñó durante
20 años.
Comenzó a explorar los restos arqueológicos de la provincia: primero a
pie por los alrededores de la ciudad, luego a caballo, pudiendo alejarse un
poco más y después en bicicleta. Una de sus preguntas, al pasar por lo
pueblos, era la de: " ¿Saben ustedes si han estado aquí alguna vez los moros?"
Por fin, 'para extender el radio de acción se desplazaba en moto, con tan mala
suerte, que en la primera salida se estrelló en una carretera. Lo recogió
vecino en su auto y lo llevó primero a la casa de Socorro y después al
. colegio, con una conmoción cerebral (sin sentido). Al recuperar la
conciencia, lo primero que preguntó fue por la salud de la moto
inseparable compañera. -"Mis contusiones ---continuó el P. César- no
tienen importancia; el tiempo se encargará de curarlas"
Su primer hallazgo más interesante fue la casa del "MORO", monumento
megalítico que dio a conocer en la revista agustiniana de Madrid, España y
América, julio de 1913. Desde entonces se fueron sucediendo, casi sin
interrupción, los descubrimientos arqueológicos más o menos sensacionales,
que reseñaba en la prensa de Salamanca, de Madrid, de León, de Palencia y de
Zamora.
Números enteros de la revista Teresiana, antigua revista salmantina, están
redactados exclusivamente por el P. César Morán y por D. Luis Maldonado,
Rector de la Universidad.
Por Reales Órdenes Ministeriales realizó excavaciones desde 1922 hasta
1945, en el cerro del Berrueco (entre Salamanca y Ávila), en varios dólmenes
de. Zamora y la ciudad charra" en vías romanas salmantinas y en castras
leoneses.
En 1941 Y 1946 fue llamado sucesivamente por la Alta Comisaría de
Marruecos, para estudiar el paleolítico de Beni Gofet y dirigir las
excavaciones de Talmuda, cerca de Tetuán, y las de varios caminos romanos
del Protectorado.
Su fama le hizo acreedor a múltiples reconocimentos y
condecoraciones. Entre otros, estuvo en posesión de los siguientes títulos:
Miembro de la Real Academia de la Historia (26 de mayo de 1921) Y de la
Academia de Ciencias de Lisboa (1925), Socio Numerario de la Sociedad
Ibérica de Ciencias Naturales (1926) y de su homónima de Antropología,
Etnografía y Prehistoria (1927), Miembro del Museo del Pueblo Español
(1935) y del Departamento correspondiente para el fomento de Bibliotecas,
Archivos y Museos (1938, Académico del Instituto de Coimbra (1941)...
El 22 de agosto de 1987 fue objeto de un caluroso homenaje en su
pueblo natal, Rosales, propiciado por la Asociación "amaña". En el mismo,
al que acudieron numerosos agustinos, se rememoró su vida y obra a la vez
que se descubrió, cerca de la Iglesia, un monolito con su, correspondiente
inscripción y se le dedicó la calle principal de Rosales. Hasta la fecha es el
personaje más ilustre de este pequeño pueblo de la provincia de León.
Intervino, igualmente, en las convenciones para el Progreso de las
Ciencias en. Oporto, Salamanca, Coimbra, Santander, Praga (Artes
Populares)... 'Colaboró en numerosas revistas, tales como "España y
América", "Religión y Cultura", "Real Colegio de Alfonso XII" (El Escorial),
"Boletín de la Real Academia de la Historia", "Archivo Español de
Arqueología", "Revista de Dialectología y tradiciones populares", "La
Basílica Teresiana" (Salamanca), Revista de "Guimaraes", Instituto
Coimbra, Mauritania, Tánger... Publicó, también, numerosos artículo
diarios nacionales, como "El Adelanto de León", "El Correo de Zamora", -E
Día de Palencia"...
Toda esta labor la realizó sin menoscabo de sus obligaciones
religioso observante, de sólida piedad, de amor a la Orden y de total sumisió
a los superiores. Su lema era el siguiente: Cada uno debe tener un hobb
para cultivarlo en los ratos libres. El P. César fue un hombre delgado, de
escasa estatura y mediana voz, pero fuerte de espíritu, autodidacta, m _
activo y trabajador, hombre sencillo, alegre y gracioso. Daba clases de
francés (tenía publicada una gramática), y se desplazaba frecuentemente a
París para perfeccionarse en el idioma.
Sus trabajos despertaron el interés de los entendidos, primero
Salamanca, donde la Providencia le deparó un mecenas: D. Juan Muñoz
García, quien le dio la ayuda moral y económica para que pudiera hacer las
primeras excavaciones arqueológicas, como el P. Morán reconoce, lo
proclama y lo confirma lleno de gratitud, en el libro "Juan Muñoz" (Béjar
1948), libro homenaje que dedica al protector de las letras salmantinas.
En 1948 pasa a "San Manuel y San Benito", residencia de los Agustinos
de Colamela, 12 (Madrid) en ella vivió hasta el final de sus días entregado al
estudio y el apostolado ministerial. Falleció allí mismo el 19 de enero de
1952, con 69 años de edad y 51 de vida religiosa.
Fuente Jose y Santiago Otero Diez
El Padre César Morán Bardón19 nació el 7 de octubre a la una de la tarde
del año 1882 en Rosales", un pueblo del norte de León situado en la ladera sur
del Cueto, perteneciente entonces al Obispado de Astorga, distante unos 60
kilómetros de la capital, zona importante para el turista por su hermosa
geografía: abundantes montículos, arroyuelos, pastizales, perenne verdor...
Fue bautizado en la iglesia del pueblo el día 10 del mismo mes. Era hijo
legítimo de Ángel Morán de los Barrios de Luna y de Rosalía Bardón de
Rosales. Este matrimonio tuvo 6 hijos: Benjamina, Sebastián, Jesús, el P.
César, Genoveva" y María Sofía". Los abuelos paternos fueron José Morán y
Tomasa Gutiérrez, ya difuntos, cuando nació
El P. César, y naturales de los Barrios. Los
abuelos maternos fueron Manuel Bardón y
Beatriz Bardón. Se le puso por nombre
Cesáreo Francisco...
Su padre era un trajinero o postor, se
dedicaba a vender vino en los pueblos del
entorno. Vivían humildemente en una casa
con cubierta de paja de centeno, situada en la
parte baja del pueblo", cerca de los prados
la Llastra; actualmente este caserío,
pués de ser reformado por Luis
Fernández y sustituido la cubierta de paja
por pizarra, se ha quemado y está en ruinas.
Con 7 años escasos sufre el P. César un duro golpe, el6 de mayo de 1889
se muere su papá de una pulmonía aguda, éste tenía 55 años". Deja mujer y 6
hijos la mayor tenía 15 años y la más pequeña 8 meses.
Las personas del pueblo que conocieron al P. César Morán manifiestan
que era un muchacho muy inteligente y con grandes cualidades morales.
Estudió humanidades en Vegarienza con el dómine D. Cancio
Con los estudios realizados en la vecina Preceptoría de Vegarienza,
regresa en el Real Colegio de Valladolid, donde viste el hábito agustiniano el
3 de octubre de 1899. Un año más tarde, cumplido el tiempo de Noviciado
profesa de Votos Temporales e14 de octubre del año 1900.
Tras finalizar los cursos filosóficos en la capital del Pisuerga, el 9
septiembre de 1903 se traslada al Monasterio burgalés de Santa María de La
Vid, en el cual prosigue la carrera religiosa, con la Sagrada Teología, la
emisión de los Votos Solemnes el 5 de octubre de 1903, Y la Ordenación
sacerdotal el 25 de julio de 1907. Celebró su primera misa ese mismo año, el
19 de agosto. Fue destinado al colegio que los agustinos regentaban en
Talavera de la Reina (Toledo) y allí permaneció 4 años desempeñando el
cargo de inspector..
En 1911 lo trasladaron a Salamanca, al colegio de Calatraba, en el que
continúo 30 años como profesor de francés e historia, hasta que en el curso
pasó al colegio de Nuestra Señora del Buen Consejo en Madrid
para impartir las mismas asignaturas, en él permaneció 12 años.
Del catálogo de sus obras se deduce que el P. César Morán trató temas de
arqueología y folklore. Ya en Valladolid, siendo colegial de pocos años,
comenzó a emborronar cuartillas sobre temas populares, cuartillas que luego
rompía, porque nunca le dejaban satisfecho.
En la VID, siendo estudiante de Teología, colaboró en la revista:
Papalelos de los Profesores, una revistilla en la que hizo sus primeros amigos
con otros compañeros, como el P. David Rubio, que luego resultó un excelente
escritor. En los recreos leían mancomunadamente sus escritos y se hacían
severas críticas..
En Talavera, ya resuelto a escribir, mandó al desaparecido periódico La
Rivera del Tajo una larga serie de artículos de temas tradicionales o
históricos en los que la imaginación desempeñaba un gran papel, firmaba
entonces sus escritos con el seudónimo Narcomberdi.:
En Salamanca fue donde puede decirse que empezó su vida científica, le
acompañó en sus investigaciones un grupo de alumnos a los que dedicó su
primer libro. Estas actividades las realizaba aprovechando los días y las horas
de tiempo libre, fuera del trabaj o de clase y secretaría que desempeñó durante
20 años.
Comenzó a explorar los restos arqueológicos de la provincia: primero a
pie por los alrededores de la ciudad, luego a caballo, pudiendo alejarse un
poco más y después en bicicleta. Una de sus preguntas, al pasar por lo
pueblos, era la de: " ¿Saben ustedes si han estado aquí alguna vez los moros?"
Por fin, 'para extender el radio de acción se desplazaba en moto, con tan mala
suerte, que en la primera salida se estrelló en una carretera. Lo recogió
vecino en su auto y lo llevó primero a la casa de Socorro y después al
. colegio, con una conmoción cerebral (sin sentido). Al recuperar la
conciencia, lo primero que preguntó fue por la salud de la moto
inseparable compañera. -"Mis contusiones ---continuó el P. César- no
tienen importancia; el tiempo se encargará de curarlas"
Su primer hallazgo más interesante fue la casa del "MORO", monumento
megalítico que dio a conocer en la revista agustiniana de Madrid, España y
América, julio de 1913. Desde entonces se fueron sucediendo, casi sin
interrupción, los descubrimientos arqueológicos más o menos sensacionales,
que reseñaba en la prensa de Salamanca, de Madrid, de León, de Palencia y de
Zamora.
Números enteros de la revista Teresiana, antigua revista salmantina, están
redactados exclusivamente por el P. César Morán y por D. Luis Maldonado,
Rector de la Universidad.
Por Reales Órdenes Ministeriales realizó excavaciones desde 1922 hasta
1945, en el cerro del Berrueco (entre Salamanca y Ávila), en varios dólmenes
de. Zamora y la ciudad charra" en vías romanas salmantinas y en castras
leoneses.
En 1941 Y 1946 fue llamado sucesivamente por la Alta Comisaría de
Marruecos, para estudiar el paleolítico de Beni Gofet y dirigir las
excavaciones de Talmuda, cerca de Tetuán, y las de varios caminos romanos
del Protectorado.
Su fama le hizo acreedor a múltiples reconocimentos y
condecoraciones. Entre otros, estuvo en posesión de los siguientes títulos:
Miembro de la Real Academia de la Historia (26 de mayo de 1921) Y de la
Academia de Ciencias de Lisboa (1925), Socio Numerario de la Sociedad
Ibérica de Ciencias Naturales (1926) y de su homónima de Antropología,
Etnografía y Prehistoria (1927), Miembro del Museo del Pueblo Español
(1935) y del Departamento correspondiente para el fomento de Bibliotecas,
Archivos y Museos (1938, Académico del Instituto de Coimbra (1941)...
El 22 de agosto de 1987 fue objeto de un caluroso homenaje en su
pueblo natal, Rosales, propiciado por la Asociación "amaña". En el mismo,
al que acudieron numerosos agustinos, se rememoró su vida y obra a la vez
que se descubrió, cerca de la Iglesia, un monolito con su, correspondiente
inscripción y se le dedicó la calle principal de Rosales. Hasta la fecha es el
personaje más ilustre de este pequeño pueblo de la provincia de León.
Intervino, igualmente, en las convenciones para el Progreso de las
Ciencias en. Oporto, Salamanca, Coimbra, Santander, Praga (Artes
Populares)... 'Colaboró en numerosas revistas, tales como "España y
América", "Religión y Cultura", "Real Colegio de Alfonso XII" (El Escorial),
"Boletín de la Real Academia de la Historia", "Archivo Español de
Arqueología", "Revista de Dialectología y tradiciones populares", "La
Basílica Teresiana" (Salamanca), Revista de "Guimaraes", Instituto
Coimbra, Mauritania, Tánger... Publicó, también, numerosos artículo
diarios nacionales, como "El Adelanto de León", "El Correo de Zamora", -E
Día de Palencia"...
Toda esta labor la realizó sin menoscabo de sus obligaciones
religioso observante, de sólida piedad, de amor a la Orden y de total sumisió
a los superiores. Su lema era el siguiente: Cada uno debe tener un hobb
para cultivarlo en los ratos libres. El P. César fue un hombre delgado, de
escasa estatura y mediana voz, pero fuerte de espíritu, autodidacta, m _
activo y trabajador, hombre sencillo, alegre y gracioso. Daba clases de
francés (tenía publicada una gramática), y se desplazaba frecuentemente a
París para perfeccionarse en el idioma.
Sus trabajos despertaron el interés de los entendidos, primero
Salamanca, donde la Providencia le deparó un mecenas: D. Juan Muñoz
García, quien le dio la ayuda moral y económica para que pudiera hacer las
primeras excavaciones arqueológicas, como el P. Morán reconoce, lo
proclama y lo confirma lleno de gratitud, en el libro "Juan Muñoz" (Béjar
1948), libro homenaje que dedica al protector de las letras salmantinas.
En 1948 pasa a "San Manuel y San Benito", residencia de los Agustinos
de Colamela, 12 (Madrid) en ella vivió hasta el final de sus días entregado al
estudio y el apostolado ministerial. Falleció allí mismo el 19 de enero de
1952, con 69 años de edad y 51 de vida religiosa.
Fuente Jose y Santiago Otero Diez
Releyendo la biografía, y la de otros personajes celebres del pueblo llama
la atención que todos los críos con talento e inteligencia fueran para la iglesia. Me imagino que si no tenian inclinación por la vocación religiosa
no habría nadie que se hiciera cargo de su educación. ¿Era ese el caso?
Ana
la atención que todos los críos con talento e inteligencia fueran para la iglesia. Me imagino que si no tenian inclinación por la vocación religiosa
no habría nadie que se hiciera cargo de su educación. ¿Era ese el caso?
Ana
Me imagino que de una manera u otra, los curas, harian de cazatalentos, los mandaban a la Preceptoria de Vega y no cabe duda que salieron grandes figuras, no bien conocidas ni por sus parientes.
En Manzaneda, Agustino tambien Fray Urbano Alvarez Lopez (en algun sitio he leido como nacido en Santibañez de Arienza),1863, su vida debio ser de novela, autor de Mi Aldea.
En Cornombre Tirso Lopez Bardon, 1838, inumerables y desconocidos escritos.
Muchos de ellos no fueron valorados, ni en su tiempo, ni ahora, no habian pasado dos generaciones y ya nadie en el pueblo los recordaba.
En Manzaneda, Agustino tambien Fray Urbano Alvarez Lopez (en algun sitio he leido como nacido en Santibañez de Arienza),1863, su vida debio ser de novela, autor de Mi Aldea.
En Cornombre Tirso Lopez Bardon, 1838, inumerables y desconocidos escritos.
Muchos de ellos no fueron valorados, ni en su tiempo, ni ahora, no habian pasado dos generaciones y ya nadie en el pueblo los recordaba.
Muchos se abran perdido, otros estaran en la biblioteca de la Vid en Valladolid.
Mi familia no disponia de escrito alguno, bueno si una tia mia tenia dos sacos llenos de libros de curas de aquellos que el Listo de Rodicol compraba al peso, ella los utilizaba para prender la lumbre, yo la recriminaba con cariño, todo lo mas una pequeña expurgacion de inculto adolescente.
Mi familia no disponia de escrito alguno, bueno si una tia mia tenia dos sacos llenos de libros de curas de aquellos que el Listo de Rodicol compraba al peso, ella los utilizaba para prender la lumbre, yo la recriminaba con cariño, todo lo mas una pequeña expurgacion de inculto adolescente.