Se cree que es el antiguo poblado
romano de "Autaris".
Donde se encuentra la actual
capilla de
San Froilán hay una pequeña
cueva donde se dice que fue donde se retiró el
Santo como eremita, venido de
Lugo antes de ser nombrado obispo de
León. Dice la leyenda que los ratones le royeron a San Froilán parte de sus libros de oración y como consecuencia los ratones desaparecierón de esta zona por maldicón del Santo.
Durante La Guerra Civil ardió parte de la
iglesia de San juan Bautista.