El origen del conjunto fue un
monasterio franciscano erigido en 1254, en un altozano en el extremo sudoccidental de la localidad. Es clasificado como templo
románico-mudéjar, realizado en ladrillo. Hoy en día ha sufrido muchas reformas y añadidos. Hoy de todo el conjunto original solo se conservan la
iglesia y parte del
claustro. En el año 2011 se realizó una rehabilitación total.
La iglesia tiene planta de
cruz latina, con una sola nave de cinco tramos, con crucero. A finales del siglo XVII la remodelaron, la
bóveda de la nave, en origen cubierta con techumbre de madera se sustituyó por
bóvedas tabicadas de ladrillo con lunetos. En el crucero se elevó una
cúpula ovalada sobre pechinas, y en la cabecera, bóveda de cañón rebajada en el presbiterio y de cuarto de esfera en el
ábside. En su lado norte se abren tres
capillas laterales.
El ábside se ilumina con doble piso de vanos dobles rasgados bajo
arcos apuntados.
El conjunto de La Peregrina fue declarado
Monumento Histórico-
Artístico en 1931
y su importancia
se evidencia en las descripciones históricas producidas hasta mediados del siglo XX.
Es llamado de la Peregrina por la
escultura que presidía el templo, la
Virgen vestida de peregrina, obra barroca de la escultora sevillana Luisa Roldán (la Roldana), hoy conservada en el cercano
convento de las benedictinas