En el Valle de los Caídos el Gobierno ha desaprovechado una gran oportunidad para instalar en él una exposición que cuente quiénes, cómo y por qué fueron obligados a construirlo 14.000 presos políticos republicanos. Tampoco es comprensible que permanezcan en él lo restos del dictador Francisco Franco y del fundador de Falange, José Antonio Primo de Rivera, en un mausoleo financiado por todos los españoles. En ese sentido entendemos que sus restos deberían ser trasladados a sus respectivos cementerios familiares y que su permanencia bajo la cúpula del Valle incumple el propio proyecto gubernativo de retirar cualquier vestigio de apología franquista de los edificios dependientes del Estado, como lo es el Valle de los Caídos.