Hace un mes, tuve la enorme alegría de poder conocer el lugar de nacimiento de mi abuela. No se puede describir tanta belleza, las naturales, la que uno ve a simple vista, y la otra, la del corazón, esa que uno la siente dentro de su pecho. Así lo viví yo, así me lo hicieron sentir la gente de allí, donde debo destacar a dos personas, un
AMIGO, casi hermano en mis sentimientos, que es EVANGELINO ALVAREZ OVIEDO y LAURA su señora esposa, agasajaron tanto a mí, como a mi amigo Manuel, que me acompañaba,
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