De éste y otros pequeños
pueblos de
León se oyen opiniones, no siempre favorables, a propósito de las cuales quieron exponer algunas reflexiones.
La evolución de estos pueblos es absolutamente previsible. No pueden, en la actualidad, ofrecer recursos a la cantidad de personas que hace 40 años vivía en ellos. Pero esto no significa que debamos pensar, como se oye hasta la saciedad, que estos lugares tienen los días contados, que se mueren, que pronto van a desaparecer. Es faltar claramente a la
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