Esta es la
puerta natural que, tiene la ciudad cuando sale a la
montaña, Ribera del Torío. Paso astur antes que prado
romano. Restos de castros en los cerros del
valle recuerdan que Roma despobló las alturas y condenó a los vecinos al arado y al callado, junto al
camino y el
río, a la vista; aún más en esta tierra tan a mano de la Legio VII acuartelada en lo que hoy es
León, apenas a tres leguas. La
historia debió transcurrir con amabilidad los siglos posteriores porque no hay noticias ni turbulencias señalables en los siglos bárbaros, pero permanecería en silencio durante cien años, desolada, fronteriza, tras la invasión musulmana.
No existen datos que respondan a la pregunta de cuándo fue fundado
San Feliz, pero es muy posible que tuviera lugar en la época de Alfonso III (866-919), promotor de la repoblación de la ribera, encomendada al
monasterio de San Julián de Ruiforco y al de
Santa María de Manzaneda (patrona del municipio de
Garrafe de Torío).
En el siglo X se cita el
pueblo de San Feliz en varios documentos. Así en 951, se resuelve un pleito hábido entre el abad Severo del Monasterio de San Cosme y San Damián y un tal Velasco Hanniz, presunto heredero de unas tierras, que habían sido donadas anteriormente a este monasterio.
Según el Catastro de Ensenada, San Feliz en el siglo XVIII, no era de realengo, sino del Señorío de la
Casa y Estado del Conde Luna, al que se le pagaba como “
foro” perpetuo, por cada vecino y habitante, 32 maravedíes y medio
carro de leña cada año a 5 reales por su valor, y no se pagaba otra cosa, pero el Común le contribuía con una fanega de trigo y otra de centeno cada año, por permitírseles la pastura con sus
ganados en el sitio que llaman, los Pradillo, propios de dicha casa.
LA CASONA
En San Feliz, se fundó una Preceptoría o Seminario Menor en 1747, bajo la iniciativa y a expensas del teniente alcalde de
Granada, don Francisco Gutiérrez de Castilla, natural de León y oriundo de San Feliz.
Esta fundación se denominaba OBRA PÍA y comprendía dos secciones: Enseñanza de Gramática y Humanidades y de Primeras Letras. Las tareas docentes eran dirigidas por un catedrático y un maestro, respectivamente.
En aquellos tiempos, no había
escuelas ni otros centros de enseñanza en todos estos contornos. Solamente, algún maestro temporero contratado por algunos
pueblos realizaba estas tareas elementales durante las
noches de
invierno.
A este centro, acudían jóvenes de estos contornos de la ribera. En la sección de Gramática y Humanidades, se preparaban durante cuatro cursos, para ingresar en el Seminario Mayor de León. Muchos jóvenes se iniciaban aquí en los estudios más importantes para ir a otras tareas o para emigrar a lejanas tierras en busca de negocios.
Por todo esto se suele decir que este centro de San Feliz constituía una pequeña “Universidad popular” en la que se formaron cientos de jóvenes.
Aquí se inició la “protección escolar” que tanto auge alcanzó en los tiempos modernos. La Obra Pía concedía pensiones y pagaba todos los gastos a los alumnos aventajados, que ingresaban en las Universidades de
Valladolid o de
Salamanca.
Perduró esta institución docente bajo la dirección de dómines famosos y competidísimos, entre ellos, la
familia de los CUERVO ARANGO, que formaban a centenares de muchacho, hasta llegar al año 1947, con doscientos años de existencia. En esta última época fue suprimida la sección de Gramática y Humanidades porque el obispo de la Diócesis quiso unificar, en aquellas circunstancias los planes de formación de todos los seminaristas, obligándoles a cursar esos estudios en el Seminario de la capital.
Desde ese momento, poco más o menos, dejaron de funcionar una veinte preceptorías que se habían fundado en la Diócesis de León, entre ellas la de San Feliz.
La otra sección de Primera Enseñanza se transformó en Patronato Nacional, desempeñada por Maestros Nacionales propuestos por la institución y nombrados y pagados por el Ministerio de Educación y Ciencia.
En este
edificio se siguió impartiendo enseñanza hasta 1985, en que se cerró por falta de niños que desde entonces cursan sus estudios de primaria en el
colegio de
Navatejera.
Los años posteriores fueron desoladores para el edificio, ya que casi llega a amenazar
ruina. Poco a poco se fue restaurando y actualmente en ella se encuentra el centro
médico de la localidad y un telecentro y
centro cultural, con actividades para todos los gustos y edades, a servicio de todo el Municipio.
http://www. fontun. com/garrafe
La Ribera del Torío. Maximiliano González Flórez
En 1.894, después de cinco años de construcción, se inauguraba el ferrocarril de
vía estrecha entre León y Bilbao, una iniciativa de los intereses siderometalúrgicos vascos para abastecer de combustible los altos
hornos vizcaínos.
El
tren atravesaba hacia su destino las cuencas hulleras de La Robla, Matallana, Cistierna-Sabero y Guardo. Tren hullero le llamaron, arteria viajera de todos los pueblos de su trayecto, tren botijo de festivas
excursiones, memoria de todos estos pueblos en el ultimo siglo. En la actualidad sigue abierta la línea entre León y Bilbao y se convierte en una de las mejores opciones para recorrer los pueblos del viejo Infantado.
Debemos destacar como personaje conocido, nacido en el pueblo, a EMILIANO RODRÍGUEZ, ex jugador de baloncesto español, que desarrolló su carrera en los años 60. Con 1,85 metros de altura, jugaba en la posición de
Alero. Fue jugador del Real
Madrid y 175 veces internacional en la selección absoluta. En la actualidad es el Presidente de Honor de la Asociación de Ex Jugadores de Baloncesto del Real Madrid.
- PALMARES:
- 12 Ligas (1961/66 y 1968/1973).
- 9 Copas del Generalísimo (1961, 1962, 1965, 1966, 1967, 1970, 1971, 1972 y 1973).
- 4 Copas de Europa (1964, 1965, 1967 y 1968).
- Mejor Jugador Campeonato de Europa (Varsovia, Polonia 1963).
- Mejor Jugador Campeonato de Europa (Nápoles,
Italia 1969)
LUIS GARCÍA ZURDO
Este personaje no es de Torío, pero es un leonés de pura cepa, que tuvo la ocurrencia de avecindarse en la ribera.
García Zurdo, después de formarse en los mejores centros artísticos de Europa y de
España, se instaló en San Feliz, en una casona solariega, construida en el siglo XVIII, por la noble familia de los Álvarez Robles. De aquí salieron caballeros hidalgos, que pertenecieron a la orden
militar de Santiago. En esta casona se criaron jóvenes que pronunciaron palabras de trascendencia en los
púlpitos catedralicios.
Zurdo, manifiesta en sus cuadros una tendencia expresionista, pero con características muy personales, algunos ejemplares, van quedando como recuerdos por los centros más importantes de la provincia, un ejemplo de ello es la magnífica
vidriera, existente en el antiguo
ayuntamiento de León en la
Plaza de San Marcelo, alusiva a los partidos judiciales, con símbolos de temas leoneses.
Tampoco podemos olvidar que es él quien ha sido durante años el “guardián” de las
vidrieras de la
catedral, de las que tan orgullosos estamos todos los leoneses.
La Ribera del Torío. Maximiliano González Flórez