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Mis primeros viajes en tren están asociados con estos interventores, en especial con uno que se apellidaba Fierros o Fierro, que era amigo de mis padres. Mi padre era de Baracaldo, y allí tenía su familia. Todos los hermanos hemos hecho muchos viajes en es tren desde León a Bilbao y veceversa, gracias a los billetes que le regalaba a mi padre D. Guillermo Barandiarán. Cuando ésramos pequeños ibamos "encomendados" al Sr Fierro, que nos recibia, a la ida en Mataporquera, y a la vuelta nos acompañaba hasta esa estación. Sobre todo recuerdo que al pasar por Espinosa de los Monteros nos traía siempre un paquete de galletas artesanas de aquel lugar. No se si eran buenas, pero a nosotros nos sabían a gloria.
En ese tren también iba con mis Tias Carmen y Cori hasta La Ercina, desde donde, en una máquina de un minitrencarbonero, subíamos hasta Casetas, y desde allí andando hasta Sotillos, donde Cori estaba de maestra.
También el viaje de estudios de Preuniversitario del Instituto P. Isla lo hicimos a Bilbao en ese tren, también con obsequio de D. Guillermo. Nos acompañó un hombre encantador: Esteban Riera. Fué en ese viaje donde me ofreció mi primer trabajo: Un mes da mozo de laboratorio en la campaña del Lupulo en Carrizo de la Ribera. Era mayo/junio de 1957.
¡Que impresión ver a aquellos interventores pasar de uno a otro vagón por el exterior!
Mis recuerdos y mi agradecimiento a aquellos amables y serviciales trabajadores, al Sr Fierros, A Riera a D. Guillermo, y a todos mis compañeros de aquel viaje de fin de Bachiller
En ese tren también iba con mis Tias Carmen y Cori hasta La Ercina, desde donde, en una máquina de un minitrencarbonero, subíamos hasta Casetas, y desde allí andando hasta Sotillos, donde Cori estaba de maestra.
También el viaje de estudios de Preuniversitario del Instituto P. Isla lo hicimos a Bilbao en ese tren, también con obsequio de D. Guillermo. Nos acompañó un hombre encantador: Esteban Riera. Fué en ese viaje donde me ofreció mi primer trabajo: Un mes da mozo de laboratorio en la campaña del Lupulo en Carrizo de la Ribera. Era mayo/junio de 1957.
¡Que impresión ver a aquellos interventores pasar de uno a otro vagón por el exterior!
Mis recuerdos y mi agradecimiento a aquellos amables y serviciales trabajadores, al Sr Fierros, A Riera a D. Guillermo, y a todos mis compañeros de aquel viaje de fin de Bachiller