A mi querida tía CONSOLACION.
Ya no podré contemplarte con estos ojos, pero sí te veré con los del corazón. Tu despedida y tu partida me llenan de tristeza. Ahora que nos habíamos acostumbrado a ti durante más de 70 y pico de años, algunos de tus sobrinos y pocos menos tus hijos y resto de sobrinas y sobrinos. Nos has dejado sin tu hermosa presencia y compañía. Ya no será posible abrazarte y besarte como lo hacíamos allí donde siempre nos recibías con tus ojitos bien abiertos, hasta que poco a poco tu cuerpo ha ido perdiendo energía y tu casa se ha desmoronado como se desmoronará la nuestra algún día, ojalá después de años vividos con la salud que nos permita la vida. Gracias tía por todo lo que hemos recibido de ti, no se puede expresar con palabras pero tu recuerdo seguirá vivo entre nosotros todos como el mayor regalo y el mejor obsequio que nos podemos hacer mutuamente contamos contigo tía, donde estés, seguro que gozando de una presencia gozosa, feliz ye n compañía de todos los que has amado. No nos olvidéis pues siempre estas presentes en nuestras vidas, nuestra memoria evoca todos los momentos vividos en vuestra compañía y ahora solos, has sido la última tía que nos deja para hacer este viaje que nos espera a todos sin excepción, que podamos hacerlo en paz, con la serenidad que tú nos mostrabas hasta tus últimos días, pude verte a finales de mayo y aunque tu aspecto había cambiado mantenías la energía que te caracterizaba. Buen Viaje a la eternidad, a la Nueva Ciudad, donde no hay luto, ni llanto, ni dolor, solo el amor lo llena todo y así encontrarnos un día toda la familia en el Señor. D. E. P.
Mis primos han perdido a su MADRE, única en el mundo para cada ser, dichosos los que la han amado, cuidado y querido hasta el último día, como se aman a sí mismos. Desdichados aquellos que olvidan lo más grande en la vida, SU MADRE, aquellos que han perdido la ocasión y no han aprovechado esos momentos, ya nunca podrán recuperarlos.
Amé a mi MADRE con toda mi alma, y a todas las MADRES por extensión, porque nada hay en este mundo que las IGUALE, gracias a todas las que lo han sido y a quienes os honráis de serlo. Mi más entrañable abrazo y gratitud, os parecéis a Dios, regalando vida. Por eso en este mismo mensaje quiero cantarlas, venerarlas, ensalzarlas, encumbrarlas, santificarlas, bendecirlas, adorarlas, felicitarlas y AGRADECERLAS el DON la VIDA, el mayor regalo que se puede hacer. OREMOS Y ALABEMOS A DIOS POR ELLAS Y CON ELLAS. Por nuestras madres y por todas.
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