Como una alfombra que se extiende para que pase el
pueblo los surcos del maíz avanzan hacia él, detrás la
torre en el horizonte nos orienta. Aunque la
foto está un poco borrosa no pierde los
colores que se confunden si nos fijamos en la tierra donde crece el maíz y las paredes y
tejados de las
casas, las nubes difuminadas le dan una cierta belleza que parece no agrada a los visitantes de la página. A mí si me gusta.