vino a cenar a altas horas de la noche, tomó del aperitivo de los gatos y lo descubrí; con cuidado lo guardé en un cubo; despues de hacerle fotos y contemplar admirada esta belleza, salió libre buscando su hogar sin despedirse. No lo he vuelto a ver, vendrá a la plaza a vernos jugar a petanca al oscurecer.